El Congreso estadounidense abre hoy una activa semana durante la cual se espera una votación histórica en la Cámara de Representantes, donde los demócratas deben aprobar artículos de juicio político contra el presidente Donald Trump.
El viernes
pasado el Comité Judicial de ese órgano legislativo dio luz verde a las
acusaciones presentadas por líderes de la fuerza azul, una por abuso de poder y
la otra por obstrucción del Congreso, con lo cual dejó el camino listo para que
el tema pase al pleno de la Cámara Baja.
Según diversos reportes de prensa, debe ser el miércoles cuando esa instancia
del Capitolio someta a consideración las imputaciones, y dada la superioridad
demócrata en ese hemiciclo, es casi segura la aprobación de cada una de ellas.
Los cargos contra el presidente son resultado de la investigación de juicio
político lanzada a finales de septiembre, la cual se centró en los llamados de
Trump a que Ucrania abriera una pesquisa sobre las elecciones norteamericanas
de 2016 y otra sobre el exvicemandatario y precandidato presidencial demócrata
Joe Biden.
De acuerdo con el primero de los artículos de juicio político, mediante el uso
de los poderes de su alto cargo, el gobernante solicitó la interferencia de un
gobierno extranjero en las elecciones presidenciales de 2020.
Ese apartado también señaló que condicionó la entrega de 391 millones de
dólares de ayuda militar a Ucrania, y un posible encuentro en la Casa Blanca
con su homólogo de esa nación, Volodymyr Zelensky, a que Kiev anunciara
públicamente las indagaciones demandadas por Washington.
Asimismo, en el acápite sobre la obstrucción del Congreso se indica que varios
comités presentaron citaciones para solicitar documentos y testimonios, ante lo
cual Trump ordenó al ejecutivo no cumplir con ellas.
Pese a las revelaciones de la pesquisa de juicio político, hasta ahora ningún
legislador republicano apoya públicamente el proceso contra Trump, lo cual hace
que la investigación y el casi inevitable juicio político que tendrá lugar en
el Senado en enero próximo sean completamente partidistas.
A decir de varias fuentes, eso resta mérito y fuerza a los empeños demócratas
por buscar la destitución del gobernante, sobre todo cuando el desenlace
prácticamente seguro de estas acciones es que Trump será absuelto en la Cámara
Alta controlada por su propio partido político.
La decisión de avanzar con estos procedimientos resulta entonces un movimiento
tremendamente arriesgado para los demócratas, y aunque en los últimos meses
varios sondeos arrojaron un apoyo creciente entre los votantes al juicio
político, el país se mantiene muy dividido con relación a este tema.
De hecho, una encuesta difundida ayer por el diario USA Today y la Universidad
de Suffolk arrojó que un 51 por ciento de los estadounidenses se oponen a que
el Senado condene al presidente y lo remueva del cargo, si bien un 45 por
ciento sí está a favor de su destitución.
Además de la votación sobre los artículos de juicio político, los legisladores
tendrán otros temas importantes que atender en los días venideros, entre ellos
la aprobación de proyectos de leyes de gastos que deberán estar listos para el
viernes con el fin de evitar un cierre de gobierno como el sufrido al finalizar
2018.
Reportes periodísticos señalaron que la Cámara Baja espera analizar mañana las
12 legislaciones de gastos que cubren las asignaciones para el actual año
fiscal, con el fin de darle tiempo suficiente al Senado para avalarlas también
antes de la fecha límite.
Asimismo, la publicación The Hill adelantó que los representantes esperan
dedicar el jueves al Acuerdo comercial Estados Unidos-México-Canadá, luego de
que la semana pasada los demócratas de ese órgano y la Casa Blanca llegaron a
un pacto sobre el tema.
El viernes último la mansión ejecutiva envió un texto de implementación al
Congreso, con lo cual empezó el proceso encaminado a ratificarlo, luego de
modificaciones demandadas por los miembros de la fuerza azul con relación al
texto original.
Sin embargo, los cambios han provocado preocupación en México, la único de las
tres naciones envueltas en el pacto cuyo legislativo ya confirmó el mecanismo,
y por eso el territorio latinoamericano ayer rechazó la pretensión de Estados
Unidos de inspeccionar las reformas laborales en ese país.
A raíz de eso, el subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade,
anunció que se trasladaría de inmediato a Washington D.C. para hablar con el
representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer.
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