Cuando este sábado cada equipo inicie los segundos partidos (se desarrollará doble juego por la celebración del Día de las Madres el domingo) correspondientes a las quintas subseries, la Serie Nacional Sub-23 habrá llegado a la mitad de su calendario regular, pactado a 36 encuentros para cada uno.
Así de rápido se ha ido lo que comenzó con insuficiente visibilidad, escaso público y poco impacto noticioso. Y, aunque se ha dicho y redicho que este torneo es más para desarrollar talentos que para ganar, de la mente de ningún mánager se ha borrado la intención de optar por el único boleto a la fase de semifinales, reservado para los líderes de cada uno de los cuatro grupos.
Por eso para Eriel Sánchez León el cotejo que desarrolla este fin de semana ante Ciego de Ávila vale doble, pues enfrentan al líder de la llave C y hasta ahora el único que le ha ganado el cotejo y que llegó a predios espirituanos con una ventaja que parecía cómoda de tres partidos.
Otro resbalón le pudiera costar a la tropa yayabera la intención de avanzar a la siguiente fase porque, además, tienen el acecho de Camagüey, con el cual llegó abrazado en el segundo puesto, ambos con ocho ganados y ocho perdidos antes del inicio de esta subserie.
¿Cómo ha sido el desempeño de los Gallitos espirituanos? Pues zigzagueante. Tras arrancar con un 3-1 ante los agramontinos, perdieron ante los avileños 1-3 y luego solo pudieron empatar con Las Tunas y otra vez vs. Camagüey.
Varios factores se han conjugado en dicho desempeño. Uno de ellos es la defensa que ha costado más de un partido. De hecho, de las 86 carreras permitidas, 20 se han cargado sucias a la cuenta del pitcheo. Un total de 25 errores, a más de uno por partido, condicionan que el promedio defensivo de 958, aunque esté mejor que la media del torneo, no sea como para aplaudir. Un aspecto resulta preocupante en este departamento: la cantidad de robos de base permitidos por la receptoría: 18 contra apenas seis capturados, lo cual se traduce en hombres que avanzan en las almohadillas.
Otro elemento llama la atención: el bateo. Aunque el promedio de 297 los ubica en la segunda mejor ofensiva de la lid, junto con Cienfuegos, y en slugging es el tercero de la campaña con 404, ha faltado la productividad que se precisa en momentos claves. Mientras los espirituanos tienen la mayor producción de hits del torneo (160), a razón de 10 por encuentro, son los segundos que más hombres dejan en bases: 150 (nueve y fracción por partido). Ello tiene una expresión también en el average con corredores en base (279), el onceno de la justa, mientras cinco de los siete cuadrangulares conectados han sido con las bases limpias.
Lo de la ofensiva tiene una expresión individual. Rodolexis Moreno con sus 394 se ha erigido como líder del equipo con la mayor producción de carreras (14 impulsadas y 10 anotadas); Dismany Ortiz: 12 impulsadas y 10 anotadas; José Fonte, con 397 de average (11 impulsadas y 10 anotadas); y Adrián Gracia, 388 con seis impulsadas y 10 anotadas, aunque con hombres en circulación lo hace para 269.
En la banda opuesta se alistan dos hombres que deben aportar mucho más al elenco, tanto por ser de los más experimentados en como por la posición que ocupan en el róster: el receptor Loidel Rodríguez, quien batea para 218 (243 con hombres en base) y solo siete impulsadas, y el primera base y cuarto bate Diasmany Palacios, con 218 (200 con hombres en base y cinco impulsadas).
En el caso del pitcheo, se esperaba un mejor rendimiento general por la presencia de brazos con experiencia en Series Nacionales. El Promedio de Carreras Limpias de 4.36 mantiene a los espirituanos en la media (octavos) con un whip de 1.38 (cuartos). Los Gallitos son los que más ponchan con 137, sobre todo por el aporte de Roberto Hernández Navarro (37 en 25 entradas y un tercio) y Edelso Montesino (29 en 20 y un tercio).
Justamente Robertico lideró el box en el primer segmento (sin contar su salida de este viernes) con tres triunfos y un revés y 1.78 PCL para situarse entre los mejores lanzadores de la justa. El resto no ha tenido toda la estabilidad que de ellos se espera, más que todo por su efectividad como abridores: Montesino quien compila para 4.87 PCL y una sola victoria, y José Eduardo Santos: 4.98 con apenas un triunfo. Al otro abridor, Ariel Zerquera, no le ha podido ir peor, con apenas tres innings lanzados y 18.00 PCL. Tampoco le ha ido bien a los relevistas: Karel Bernal, 9.82 PCL; José Félix Castillo, 8.00, y Osvaldo Santiago, 7.0.
Un detalle revela el box en torno a un hombre clave como Yankiel Mauris Es verdad que el Sub-23 tiene como objetivo principal el desarrollo de talentos y que en ese sentido Eriel Sánchez ha sido respetuoso con los propósitos de la provincia de utilizarlo solo como cerrador, una función para la que está diseñado en el equipo de los Gallos. Mas, en mi modesta opinión, si algo necesita este muchacho es lanzar y lanzar y esta serie se pinta sola para que estire su brazo. Ahora está subutilizado, pues acumula solo 11 entradas y un tercio, con apenas dos salvados y un excelente promedio de 1.54 PCL y más de un ponche por inning. Con esos dígitos bien pudiera pensarse en usarlo más como abridor. De aquí al inicio de la campaña nacional, en agosto, sobra tiempo para que entrene en su rol de apagafuegos.
El propio mánager coincide en que ha sido la inestabilidad lo que ha dado al traste con el paso de los espirituanos. “Cuando no nos falla un factor nos falla el otro, hemos tenido la victoria en base y han venido nuestros mejores hombres y han fallado; los lanzadores no han respondido como lo habíamos previsto. Estamos apelando a variantes como la de abrir con Adrián Belfast, estuvo dispuesto y nos lanzó tremendo juego con Camagüey”.
En fin, que precisan los espirituanos de estabilizar su paso en lo que resta de campaña si aspiran a discutir medallas, que es otra manera de formar talentos ganadores, algo que necesita el béisbol en general.
“Falta tiempo y sin descuidarnos de ningún equipo, al parecer el rival a vencer es Ciego de Ávila, pues de lo que hagamos este fin de semana puede depender lo que quede en adelante”, refirió el mánager.
y como van hoy?