Aunque con la intensificación de la sequía el abasto de agua a Trinidad se mantiene tenso, al menos las zonas bajas —donde viven alrededor de 20 000 habitantes, la mitad de la población de la villa— reciben los beneficios de la inversión que desde hace unos años se inició en la ciudad con el propósito de construir y rehabilitar sus sistemas de acueducto y alcantarillado.
“Para paliar la sequía, desde febrero se comenzó a explotar el pozo tres de la batería del oeste II, que aporta 50 litros por segundo a las zonas bajas. Para fines de mayo deben utilizarse otros dos pozos, más el que solo abastecía antes a las comunidades de Piti Fajardo y Río Caña. En total para junio el beneficio totalizará 82 litros por segundo, que garantizará 16 horas de suministro de agua diario para las zonas bajas”, detalló el ingeniero Yoisel López, director del proyecto.
El especialista agregó que, por el mal estado de las redes, aun cuando se bombea diario, es preciso sectorizar la distribución y por ello las distintas zonas reciben el líquido entre cuatro y siete días. Además, explicó que a la parte alta no han llegado los beneficios porque la elevación del agua con la bomba desde esos pozos no rebasa más allá de la calle Carmen.
“Esas áreas se mantienen solo con el suministro de los tradicionales pozos de Santiago Escobar-Las Piñas, porque la fuente de San Juan de Letrán se encuentra afectada y tiene cero bombeo. Esa población recibe el agua cada 12 días como promedio, el abasto en esta parte permanece crítico y solo mejorará cuando llueva y se recupere el manantial de San Juan de Letrán. Ahí también se mantiene distribución con pipas”, apuntó Yoisel.
Además, puntualizó que el objetivo final de los pozos del oeste resulta agregar su agua a los tanques de la Popa para desde ahí beneficiar toda la villa. Con ese propósito ya se labora en una estación de rebombeo, en el vial de explotación y una nueva conductora en la salida hacia La Pastora, trabajos que deben concluir para fines del próximo año.
Las empresas de Construcción y Montaje Sancti Spíritus, de Rehabilitación de Obras Hidráulicas Gabriel Valiente y Acueducto y Alcantarillado de la provincia han ejecutado estas obras que precisan del cuidado de todos pues, por ejemplo, ya en la conductora de los pozos del oeste se han presentado indisciplinas sociales que han obligado a detener el abasto para restablecer roturas.
Por su parte, Michel Sorroche, director municipal de Acueducto en Trinidad, comentó a Escambray que, a pesar de la mejora con la incorporación de un pozo, el ciclo de abasto aún es complicado: a las zonas donde no llega el líquido se lleva con carros cisternas cada 10 días aproximadamente; y en las comunidades presentan afectación parcial de sus fuentes Palmarito, La Pedrera y Los Molinos, a las cuales se les mantienen carros cisternas cada 15 días, al igual que en Polo Viejo, donde se rompió la bomba.
Bravo por las inversiones que siguen avanzando para mejorar el abasto de agua a esa población y polo turístico, ambos de importancia estratégica e históricamente vulnerables a las sequías, pero ojo con la eficiencia, que hay con el metraje, control de los consumos en las actividades de hostales, paladares, etc. Ay
No se habla nada de la inversión realizada en Casilda hace varios años y la población no se ha beneficiado aún. Es un mal ejemplo de inversión en el q se gastaron millonarios recursos para nada.
Resido en la llamada zona alta, a partir del 15 de Mayo se ha notado cierta mejoría en el abasto de agua por la red hidráulica, pero mientras estuvimos bastante afectados por el 0% de abasto en rio san juan, nunca observamos un solo carro sisterna en esta zona, no es un secreto que había que estar comprando agua a los carretoneros aguadores, que por cierto ya bastante caros $ 100.00 CUP