ALBA condena ataques contra Cuba y Venezuela

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) condenó este lunes los recientes ataques contra Cuba y Venezuela, y reiteró la vocación pacífica de ese bloque.

Durante una reunión celebrada en la sede de la misión de Cuba ante la ONU, los miembros de este grupo aprobaron una Declaración del Consejo Político sobre este y otros temas.

En el documento denunciaron la imposición de nuevas medidas coercitivas unilaterales contra el pueblo cubano, y deploraron la expulsión de dos diplomáticos de la misión de la isla caribeña ante la ONU por parte de las autoridades de Estados Unidos, así como mayores restricciones de movimiento para el personal de esa legación.

Quieren provocar una escalada diplomática que conduzca al cierre de embajadas en ambos países y buscan pretextos para recrudecer el bloqueo, señala el texto.

También advierte del carácter ilegal del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), activado por la Organización de Estados Americanos, para agredir a Venezuela.

Tal acción está en línea con la política de acoso y asfixia económica que el Gobierno de Estados Unidos aplica contra el pueblo de Venezuela en los últimos años, especialmente en el área económica, agrega.

Los países del ALBA-TCP recalcaron la amenaza que el TIAR implica para la paz y la integridad territorial de Venezuela, así como las acciones más recientes que un pequeño grupo de naciones promueve sobre este tratado, que es ilegal y una violación a las leyes internacionales.

Según recordaron, es el Consejo de Seguridad de la ONU la única instancia internacional con autoridad y capacidad para declarar la situación en Venezuela como una amenaza para la paz y la seguridad internacionales, y para tomar medidas mediante el uso de la fuerza.

Del mismo modo, reiteraron que América Latina y el Caribe es una zona de paz, en donde las diferencias deben resolverse por el diálogo y las negociaciones, de acuerdo con la legislación internacional.

Los miembros del ALBA-TCP expresaron, además, su preocupación por el cambio climático y el compromiso histórico asumido por la comunidad internacional a través del Acuerdo de París.

En consecuencia, rechazaron la retirada de Estados Unidos de ese convenio, ya que evidencia la falta de responsabilidad por parte de la administración norteamericana.

Asimismo, enfatizaron en la necesidad de ayuda y cooperación en casos de desastres naturales asociados con la crisis climática.