La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, aseguró este 27 de junio que el aumento de las medidas unilaterales y sanciones de Estados Unidos contra Cuba provocan mayores afectaciones al pueblo de esa isla.
Ante una
pregunta de Prensa Latina, la titular del mayor organismo de Naciones Unidas se
refirió a cómo la activación de la Ley Helms-Burton por parte de Washington
impacta de forma negativa en la economía de la isla, y el acceso a bienes y
servicios.
Hemos visto de primera mano cómo esas medidas afectan el bienestar y el derecho
al desarrollo del pueblo cubano, dijo haciendo referencia a su visita a la
Mayor de las Antillas en abril pasado.
También recordó que durante años, la Asamblea General ha tenido una votación
prácticamente unánime para pedir el fin del bloqueo de Estados Unidos contra
Cuba
Recientemente, una serie de acciones norteamericanas profundizan los daños
ocasionados a ese pueblo caribeño debido a la medidas y sanciones unilaterales
hacia Cuba.
Esas acciones lo único que hacen es afectar al pueblo cubano, insistió la
diplomática ecuatoriana.
Con respecto al tema del bloqueo norteamericano, la voz de la Asamblea General
de la ONU ha sido clara, fuerte y contundente, recalcó.
Las votaciones son abrumadoras, continuó, y la carta de Naciones Unidas no
acompaña la aplicación de medidas unilaterales, que afectan a los pueblos de
cualquier país.
El pasado 2 de mayo, Washington activó los Títulos III y IV de la Ley
Helms-Burton, en medio de un contexto marcado por una política más agresiva
contra Cuba impulsada por la administración de Donald Trump. Según explicó la
representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodrígue,
desde su entrada en vigor en 1996, la Ley Helms-Burton procura universalizar el
bloqueo mediante presiones brutales e ilegales contra terceros países, sus
gobiernos y empresas. Así persigue asfixiar a la isla y promover o aumentar las
carencias de la población con el propósito de imponer un gobierno que responda
a sus intereses, expuso.
Si bien el bloqueo se ha mantenido vigente, todas las administraciones
estadounidenses desde 1996 suspendieron la aplicación de esos títulos debido a
los daños que puede ocasionar a los intereses corporativos, puntualizó.
Del mismo modo, agregó, evitaron tomar una medida tan agresiva dada la fuerte
oposición que esta acción suscita en la comunidad internacional, incluidos sus
aliados cercanos, debido a su ilegal alcance extraterritorial.
El Título III de la Ley Helms-Burton permite entablar acciones legales en
tribunales estadounidenses contra entidades cubanas y extranjeras y contra
empresarios de terceros países que hayan invertido o tengan negocios de algún
tipo que involucren bienes o propiedades nacionalizados por Cuba.
Además, intensifica los impedimentos para el ingreso a los Estados Unidos de
aquellos directivos de empresas, y sus familiares, que invierten legalmente en
Cuba en propiedades que fueron nacionalizadas.
Según destacó la diplomática cubana, esta ley descansa sobre dos mentiras
fundamentales: la noción de que las nacionalizaciones llevadas a cabo poco
después del triunfo revolucionario de enero de 1959 fueron ilegítimas o
indebidas.
La otra, añadió Rodríguez, es el supuesto erróneo de que Cuba constituye una
amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
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