No importan los horarios. Caminan por la vía lo mismo en la mañana, en la tarde o en la noche. Pasan como si fueran transeúntes que buscan llegar hasta su destino, y en medio de la travesía, algunas veces, causan los lamentables accidentes de tránsito.
Y es que los animales en los caminos devienen un asunto que, a pesar de las acciones efectuadas por la Delegación de la Agricultura y la Policía Nacional Revolucionaria de la provincia, continúa con dificultades en el territorio. Para comprobarlo, basta recorrer diversas zonas de la villa espirituana, en las que los conductores extreman las medidas de precaución debido a la regularidad con que se encuentran con ellos.
Si bien es cierto que en lo que va de año Sancti Spíritus ha logrado disminuir la presencia de los cuadrúpedos en las proximidades de las carreteras, todavía molestan en algunos sitios de la ciudad.
Para controlar este escenario se han decomisado hasta la fecha más de 50 animales, y aplicado 51 multas. También, a decir de Alexis Vega Pérez, jefe del Departamento de Genética y Registro Pecuario en la Delegación de la Agricultura en la provincia, se aseguran las cercas contiguas a los senderos, se advierte a los dueños de ganado sobre la responsabilidad individual que tienen con ellos, y los mueven hacia zonas más alejadas de las rutas.
A dichas estrategias se suman: evitar el otorgamiento de ganado vacuno o equino a quienes no dispongan de tierras para su cuidado, mantener una como jaula en la Unidad Provincial de Patrullas, así como encargar la vigilancia de este hecho a las diferentes empresas espirituanas con el propósito de evitar accidentes.
Sin embargo, más allá de este trabajo siguen apareciendo los animales sueltos en los caminos, y existen áreas vulnerables entre las que se encuentran la carretera Sancti Spíritus-Trinidad, la Autopista Nacional, y la Carretera Central a Jatibonico y Cabaiguán.
Esta situación responde —aclaró Vega Pérez—, en la mayoría de los casos, al alto número de ejemplares que entre la masa vacuna y equina posee Sancti Spíritus, la cual asciende a los 500 000 animales; mientras que la cifra de propietarios supera los 35 000, suceso que, al decir del funcionario, en algunas ocasiones se escapa del control.
Aun así se aplica —según confirmó el jefe del Departamento de Genética y Registro Pecuario— la Resolución No. 970 del 2016 emitida por el Ministerio de la Agricultura que establece en su artículo 7, inciso d: “Las personas naturales y jurídicas propietarios de ganado mayor, o que han autorizado el pastoreo en sus tierras, tienen la obligación de garantizar que los animales no pasten o deambulen en áreas urbanas, franjas de seguridad de carreteras, caminos, vías férreas, instalaciones recreativas, turísticas, deportivas, áreas interiores de centros educacionales y zonas agrícolas ajenas”.
También el Decreto No. 225 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros establece que en caso de que se permita el pastoreo de ganado mayor o menor en terrenos o plantaciones ajenas, se proceda a retirarlos de inmediato, aplicar la multa de 500 pesos, el decomiso en casos de reincidencia, así como pagar los daños y perjuicios.
No obstante, al parecer, estas regulaciones pasan desapercibidas. Argumentos de algunos dueños de que si los animales no tienen dónde comer y que las cercas no ofrecen seguridad no pueden convertirse en la justificación para permitir dichas indisciplinas. Apremia entonces revertir tal situación, para que los animales sueltos en la vía dejen de ser un peligro potencial en Sancti Spíritus.
Urge acrecentar las medidas de control tanto para propietarios particulares como para empresas estatales, e incrementar las recogidas y decomisos a fin de encauzar el problema. Solo así lograremos transformar los caminos en verdaderas arterias seguras para conductores y pasajeros.
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