No es momento todavía de saborear a plenitud la colada que dejan los cafetales espirituanos, pero el sorbo del 2019 se puede disfrutar mejor cuando se conoce que Sancti Spíritus aporta a la economía nacional unas 380 toneladas de café oro, producción que no solo rebasa las 295 toneladas inscritas en el plan anual, sino que representa un resultado sin precedentes en más de 15 años en el territorio.
Tampoco es momento de darle al cafetal y a los productores un aplauso muy prolongado, porque la provincia sigue separada del umbral de las 700 toneladas que como potencial productivo definen la meta del programa de desarrollo vigente hasta el 2030 y los expertos le vaticinan unos años de adelanto; sin embargo, los aportes cafetaleros del año que termina agradan al paladar al conocerse que tales pariciones responden a la renovación del cultivo emprendida con mayor fuerza a partir del 2013.
Leosvaldo Cruz Duardo, especialista de Café en la Delegación Provincial de la Agricultura, subrayó a Escambray que no se trata de que el plan sea chiquito. “Este resultado es expresión de la reposición de las plantaciones en las 1 670 hectáreas actualmente en producción, sobre todo las que tienen cinco y seis años de sembradas que ya entraron en su época idónea y valga decir que el mejor momento de ese esplendor productivo se concentra entre los siete y ocho años”.
Desde las etapas más recientes la cosecha cafetalera se mide por su aporte anual, de manera que se incluyen las producciones de enero y febrero y las acumuladas en la actual recolección de septiembre a diciembre; período este último que concentra el mayor nivel de la producción del 2019 con unas 250 toneladas de café oro.
Cruz Duardo destacó la recuperación que se manifiesta en la variedad arábica —grano destinado a la exportación— con volúmenes estimados en el entorno de las 80 toneladas de café oro y si bien en ambos municipios, Fomento y Trinidad, se sobrepasan los estimados de recolección, el aporte del sureño territorio resulta apreciable, sobre todo en la zona de Caracusey, “donde hay una avalancha de café y produce poco más de la mitad de las 220 toneladas aportadas en ese municipio”.
Quien haya visto de cerca el embate del huracán Irma en los cafetales espirituanos en septiembre del 2017 puede hasta sorprenderse con la transformación que enseña el cultivo 27 meses después. “El ciclón hizo daño con mayor fuerza en la especie arábico y nos provocó un descenso productivo, pero también fue una renovación de sombra forzosa en la variedad robusta que al final le vino bien al cultivo”, declaró el especialista.
La mejor parición del cafetal en el 2019 está lejos de ser una obra del azar, “es también la expresión del trabajo de los productores a la hora de aplicar la ciencia y la técnica en el cultivo, de realizar la poda, la regulación de sombra y la fertilización, sin desconocer la motivación derivada de la aplicación de los nuevos precios de compra”, expresó Cruz Duardo.
Lo que es la ignorancia; nosotros en Costa Rica con solo 400 ha (la tercera parte) producimos casi el doble.
Me imagino q costaríca tiene un mercado seguro q se llama usa al q cuba no puede acceder y puede traerse insumos de allá q cuba tan poco tiene. Felicidades
Pues 380 toneladas de cafe parece mucho pero realmente es una cantidad insignificante. En Cuba no se pueden hacer estudios macroeconomicos, solo micro pues las produccion son bastante irrisorias y esto no lo digo por sarcasmo, quisiera de verdad que las cosas fueran diferentes.