En una de las últimas intervenciones realizadas en el programa televisivo Mesa Redonda, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, insistió en que “esta Revolución no va a dejar de ser contada ni cantada, porque ni nos vamos a amargar la vida, ni vamos a perder el sueño”. Tal idea ha encontrado cobija dentro del gremio intelectual espirituano, el cual no dudó en alzar voces para expresar su apoyo incondicional a las medidas que en toda la nación buscan ahorrar cada gota de combustible.
Así lo dejó bien claro en su cuenta en Facebook y luego en una entrevista, Marco Antonio Calderón, presidente del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Sancti Spíritus, en nombre de los 156 miembros de esa organización no gubernamental en este territorio.
“Decidimos por voluntad y vocación continuar el pensamiento de nuestro Presidente y apoyarlo desde todo punto de vista, porque jamás cederemos a chantajes, ofrecimientos, cantos de sirenas y a presiones interiores ni exteriores porque la Uneac es un bloque de unidad”, dijo.
En reunión en la propia sede de esa organización los asistentes evidenciaron con argumentos sólidos que no permitirán que el gobierno norteamericano, encabezado por Donald Trump eche por tierra la obra de más de 60 años.
Desde su actuar cotidiano, brújula certera a seguir en la construcción de una sociedad fortalecida, equitativa e integral, la Uneac resulta un baluarte vital para conducir los pasos en tiempos convulsos y donde fuerzas malintencionadas intentan sacudir hasta nuestros cimientos.
El Comité Provincial de la Uneac en Sancti Spíritus ha demostrado siempre que en el arte está la vigencia del pensamiento del presente y del futuro. La cultura conduce a la propia vida y la idiosincrasia es el espejo de la sociedad; suficientes razones para que ninguna nación abandone las ideas que surgen de quienes regalan con sus labores pinceladas artísticas.
“Si no pensamos la Cuba de hoy entonces no estamos acompañando al Presidente que nos convoca a la lucha y a sumar a nuestra cotidianidad el concepto de decencia. Es un conjunto que significa la totalidad de la ciudadanía, la lucha por el ideal, es hacer suyo todas las ideas que nos antecedieron y que generaron movimientos políticos en el país como la generación del 53, los legados del Apóstol, Calos Manuel de Céspedes, Mella, Villena…”, concluyó.
Esta proclamación se ajusta a los nuevos tiempos que vive el país, otra vez bajo la lupa del gobierno norteamericano, por lo que toda idea, criterio y acción que se respalde en la casona pintada de amarillo en el bulevar se corresponde con uno de los tantos llamados del mandatario de nuestra nación. “La mejor respuesta la va a dar nuestro pueblo. Nos corresponde a todos asumir con responsabilidad, con solidaridad, con sentido de unidad y espíritu de sacrificio el enfrentamiento a esta hora coyuntural”, aseveró Díaz-Canel en una de las emisiones de la Mesa Redonda.
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