Biblioteca Nacional José Martí acoge muestra Fidel entre nosotros

La muestra expositiva Fidel entre nosotros, una variada exhibición de imágenes, carteles, audiovisuales y textos que se acercan a la vida y obra del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, fue inaugurada este 22 de noviembre en la Biblioteca Nacional José Martí.

En las galerías del Pasillo Central y de las Salas de Referencias quedó abierta la exposición, con fondos propios de la institución, en homenaje al Comandante en Jefe con motivo de la cercanía del tercer aniversario de su desaparición física, el 25 de noviembre.

Las palabras inaugurales correspondieron al doctor Eduardo Torres Cuevas, director de la Biblioteca, quien afirmó que los últimos 60 años de la historia de este país tienen el sello de Fidel Castro (1926 2016) y que pocos auguraban que era posible una revolución como la que se llevó a cabo en Cuba en 1959.

Al respecto, insistió que para que una revolución triunfe, «hace falta un pueblo completo, pero también hace falta esa guía, esa inteligencia, esa capacidad para lograr, en coyunturas muy difíciles, el éxito contra fuerzas muy superiores».

Cuando hacemos un acto como este, pienso que lo fundamental no es recordar, sino vivir de nuevo y reincorporarlo al proceso que hoy vivimos, porque hoy lo necesitamos más que nunca, su pensamiento, sus ideas, su modo de trabajar, destacó el reconocido historiador.

Torres Cuevas subrayó que esta exposición «es para recordar, pero más que eso, es para vivir este momento y pensar en esa figura cómo la necesitamos hoy, cómo la vemos hoy, qué significa hoy, porque hoy estamos decidiendo el futuro y hay que saber qué paso dar en ese futuro».

Sobre la situación actual de América Latina, dijo que se están produciendo serios retrocesos con respecto a las conquistas populares, las cuales sí se consolidaron en Cuba, donde surgió un pueblo diferente, culto e instruido, que ha escrito su propia historia en estos 60 años.

Porque la Revolución se lleva en el pensamiento, pero se lleva en el corazón, y cuando las revoluciones no tienen el corazón, son revoluciones débiles, sentenció.