Las autoridades de facto de la cancillería de Bolivia reconocieron el distanciamiento con México en los últimos meses, tras el asilo otorgado a Evo Morales a raíz del golpe de Estado.
El Gobierno de Jeanine Añez insiste en solicitar al Ejecutivo de México la entrega de los funcionarios del mandato anterior que permanecen bajo custodia en el interior de la sede diplomática de ese país en La Paz, con el argumento de que existe orden de presentación de ellos ante la justicia, precisó un comunicado oficial.
México mantuvo el llamado al diálogo con la canciller de facto, Karen Longaric, para buscar una solución a las diferencias, sin una respuesta concreta a favor de disminuir las tensiones por parte de las autoridades bolivianas.
El Estado de México, en aplicación de las normativas del derecho internacional en lo referente a las sedes diplomáticas de su país en el exterior, decidió denunciar ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) lo que catalogó como un ‘asedio de Bolivia a su embajada en La Paz.’
Desde el golpe de Estado que provocó la renuncia de Morales el 20 de noviembre pasado, México ofreció asilo político temporal al líder indígena y varios de los miembros de su gabinete, aunque no todos recibieron salvoconductos para abandonar el territorio boliviano.
Algunos de sus exministros y personal de confianza alcanzaron a recibir custodia en la sede diplomática mexicana en La Paz, un sitio con vigilancia incrementada de los cuerpos de seguridad del país andino amazónico.
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