Boxeador espirituano Yosbani Veitía cedió su corona en Campeonato Mundial

Mucho antes de que se repartieran las medallas en Ekaterimburgo, ya el espirituano Yosbani Veitía había cedido su corona mundial de hace dos años.

Fue en un abrir y cerrar de ojos, tanto como en su segundo pleito frente al inglés Galal Yafal, un hombre con varios grados menos de currículum, pero que lo retó sin complejos al ganarle inobjetablemente 5-0 en la división de los 52 kilos.

De paso fue el responsable de que el fomentense escribiera en esta vigésima versión del Campeonato Mundial la peor de sus actuaciones en estas lides en las que acumula además de su título, un subtítulo y una medalla de bronce.

 Por lo que se vio a través de la pantalla, la corona de Veitía comenzó a perder los brillos desde su primera presentación cuando a duras penas logró arrancar un 3-2 a favor en su debut frente al argelino Mohamed Flissi, quien en lo mejor de su aval está un bronce este año en los Juegos Europeos, pleito en el que el espirituano resultó herido en el arco superciliar izquierdo.

No estuvo bien el multimedallista ni en la corta, ni en la larga distancia, ni mucho menos en la táctica de combate.

 Así no fue del todo feliz el retorno de Veitía a la gran competencia en una temporada en la que tampoco pudo acceder a lo más alto del podio en los Panamericanos, de Lima y se debió conformar con su tercera plata en esas lides, aunque coronó una etapa marcada por el retorno al equipo nacional ante su ausencia prolongada por la sanción derivada de una subida de peso en un evento importante.

Porque duele ver caer así a un campeón, la noticia no pasa por alto. Solo queda esperar que este campanazo le sirva para despertar antes de que Tokío 2020 comience a repartir sus boletos.

No fue esta, por suerte, la tónica de su equipo, que se enredó con los rusos en duro pleito por la conquista de las medallas y del liderato por países.