El rechazo al acuerdo del gobierno para sacar al Reino Unido de la Unión Europea el 29 de marzo, reduce las opciones del Parlamento a votar por un Brexit unilateral, una prórroga o un segundo referendo.
Ni siquiera el compromiso legalmente vinculante ofrecido a última hora por Bruselas sobre el carácter temporal de la salvaguarda, que evitaría una frontera dura entre ambas Irlandas, logró convencer anoche a los parlamentarios de apoyar la nueva propuesta de la primera ministra Theresa May.
Según los euroescépticos británicos, no existen garantías de que el Reino Unido no quedará atado de forma permanente a las regulaciones aduanales europeas una vez concretado el divorcio.
La de este martes fue la segunda derrota en menos de dos meses que sufre May, quien ahora tendrá que esperar por la decisión que adoptará este miércoles la Cámara de los Comunes sobre la opción de una salida sin acuerdo.
Pero las posibilidades de que los parlamentarios voten a favor de un Brexit unilateral son remotas, sobre todo por las catastróficas consecuencias económicas y sociales que esa variante podría traer para el Reino Unido.
En opinión de analistas, lo más probable es que el Parlamento se decante entonces mañana por solicitar una prórroga a la UE, pese a las advertencias de May de que una posposición de la fecha de salida no soluciona el problema.
Esa variante no disgusta a los partidarios de permanecer dentro del bloque europeo, pues creen que una extensión les daría tiempo para presionar a favor de otra consulta popular sobre la conveniencia o no de continuar con el Brexit.
Tampoco se descarta que la Oposición comience a hacer campaña para adelantar los comicios, sobre todo luego de la intervencion del líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, anoche en la Camara de los Comunes.
Quizás sea tiempo de celebrar nuevas elecciones generales para que el pueblo decida quién debe gobernarlos, alertó el veterano político, quien tras declarar ‘muerto’ el pacto negociado por May, reiteró su rechazo a un Brexit unilateral.
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