Pese a tener definido desde hace años un programa de desarrollo y figurar entre los cultivos con favorable respaldo de insumos, la producción de café en Sancti Spíritus lleva tiempo coqueteando con el crecimiento productivo sin que se materialice el parto que equilibre potencialidad del área y producción.
Aun cuando falta mucho por hacer en materia de atención al cultivo, incremento de población y rendimiento agrícola, la influencia del clima y el estrujón que le dio el huracán Irma a las plantaciones del lomerío tienen influencia directa en el acortamiento productivo de los últimos años.
Otra vez los cafetales espirituanos están en el camino de retomar el incremento y de acuerdo con la planificación diseñada para el sector, que define medir los resultados en el año calendario sin dejar de sopesar la integralidad de una cosecha que ya inició y termina en febrero, el 2019 puede acercar a la provincia al umbral de las 300 toneladas de café oro (despulpado).
Leosvaldo Cruz Duardo, especialista de Café en la Delegación Provincial de la Agricultura, señaló a Escambray que el plan anual asciende a 295 toneladas, reportándose al cierre de agosto130, a la vez que esta cosecha debe ser superior a la pasada en ambas especies, robusta y arábico, detalló.
“En el 2018 la provincia acopió unas 234 toneladas de café oro y este año debemos superar las 300, concentrándose el grueso de la recogida para los meses de noviembre y diciembre; no obstante, proyectamos incrementar la producción en unas 70 toneladas, el área en cosecha prácticamente es la misma de la última campaña, lo que denota una mejor atención al cultivo y ya el índice de población ronda el 80 por ciento”.
Subrayó Cruz Duardo que en asegurar la calidad del grano se concentra un objetivo esencial, empeño avalado por los resultados del año pasado, cuando Sancti Spíritus consiguió a nivel nacional los mejores dividendos en ese parámetro.
“Consideramos que a partir del incremento del precio de compra del café los productores han comenzado a hacerle al cafetal lo que lleva; a ello se une la estabilidad en los insumos y eso ha derivado en mejor atención al cultivo, más producción y mejor calidad del grano, un resultado que debe expresarse también en esta cosecha”, afirmó Cruz Duardo.
Añadió el especialista que en las plantaciones del territorio prevalece el daño del huracán Irma, sobre todo en la variedad arábiga —destinada a la exportación—, especie que representa alrededor del 40 por ciento del cultivo.
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