Miles de personas marcharon este 30 de octubre en Santiago de Chile y otras ciudades en medio de una convocatoria de Paro Nacional en reclamó de un amplio pliego de transformaciones en los campos económico, social y político.
En esta
capital, a diferencia de las grandes manifestaciones del lunes y el martes, y
pese a no contar con permiso oficial, los manifestantes marcharon pacíficamente
por la Alameda y pasaron frente al palacio de La Moneda, seguidos de cerca por
un amplio despliegue policial pero sin que intervinieran las fuerzas de
carabineros.
Previamente, numerosos grupos marcharon por diferentes calles del centro de la
urbe para confluir a partir de las 11:00, hora local, en la Plaza Italia
(Baquedano) desde donde comenzaron a avanzar por la Alameda en un ambiente
pacífico, festivo y reivindicativo.
No obstante, al parecer por temor a la violencia de días anteriores, desatada
por enfrentamientos entre las fuerzas represivas y manifestantes, numerosas
estaciones de metro y la mayoría de los establecimientos comerciales de la zona
cerraron sus puertas.
Esta manifestación fue convocada como parte de un Paro Nacional para este
miércoles, apoyado por la plataforma Unidad Social, que congrega a más de 70
organizaciones sindicales y sociales, entre ellas la Central Unitaria de
Trabajadores (CUT), la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, el Colegio de
Profesores, Coordinadora No más AFP y organizaciones sindicales de distintos
sectores.
También en Valparaíso se realizó una multitudinaria marcha convocada igualmente
por la plataforma Unidad Social, pero a diferencia de lo ocurrido en Santiago,
en la importante ciudad puerto se produjeron intensos choques entre
manifestantes y fuerzas especiales de carabineros que impidieron que llegaran
hasta la sede del Congreso.
Los participantes en estas movilizaciones exigen al gobierno, entre otras
medidas, legislar de manera inmediata a favor de un incremento sustancial del
salario mínimo para todos los trabajadores y de las pensiones, el
reconocimiento a la plena libertad sindical, respeto del derecho a huelga y la
garantía de servicios básicos protegidos y tarifas justas del transporte
público. En lo político sobresale la exigencia de crear una nueva Constitución
de la República mediante una Asamblea Constituyente, que sustituya a la actual
carta magna, que data de la época de la dictadura de Augusto Pinochet.
Según la convocatoria al paro, las demostraciones continuarán durante la tarde
y para las 20:00 horas está convocado un cacerolazo general en todas las
barriadas.
Dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores y de otras organizaciones
sindicales y sociales han llamado a todos los chilenos a manifestarse de forma
permanente para obligar al gobierno de Sebastián Piñera a dar respuesta
efectiva a sus demandas y evitar que las promesas del ejecutivo terminen en
soluciones a medias que mantengan el actual modelo neoliberal repudiado por la
mayoría.
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