Parecía el 31 de diciembre del 2017 que el local donde antes fungía la Academia de ajedrez, llegaba a su uso definitivo con la inauguración ese día de un salón de juegos, fruto de la alianza entre la Dirección Provincial del Inder y los Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE).
Sin embargo, recientemente, el espacio reabrió sus puertas convertido en el Joven Club Sancti Spíritus I con el nombre de Serafín Sánchez que, además de rendir homenaje al general espirituano, marca una etapa de nueva denominación para estos locales en el territorio.
Yadisney González Velázquez, subdirectora de Comunicación Institucional de los JCCE en la provincia, confirmó que este nuevo centro constituye un paso más hacia la informatización de la sociedad y posibilita a joven club renovar su imagen a partir de los nuevos servicios que ya ofrece a la población.
Confort y tecnología de punta se combinan con precios asequibles que, unido a la posición privilegiada en la ciudad capital, conforman una propuesta que contribuye al entretenimiento sano para diferentes grupos etarios.
Financiamiento oportuno y colaboración
Nuevamente, la contribución del 1 % correspondiente al impuesto territorial impactó favorablemente en el ámbito ciudadano, que en este caso sirvió de fuente para financiar con 460 000 pesos en moneda total la remodelación del nuevo espacio, acometida por la Empresa de Producciones Varias de Sancti Spíritus.
Por su parte la dirección de Joven Club asumió el mobiliario y la ambientación gráfica. El completamiento de los recursos también contó con la colaboración de Copextel, Etecsa, Cimex, entre otras entidades.
Jugar futbol de forma virtual resulta el atractivo de la primera sala recreativa de la instalación que cuenta con cuatro pantallas nombradas simuladores. Igualmente, distribuidas en los dos pasillos del recinto, el lugar cuenta con máquinas para juego (arcades) donde además de acceder a videojuegos, también los usuarios pueden copiar la actualización de la enciclopedia cubana EcuRed y del producto cultural Mochila.
En las dos salas posteriores de la instalación que cuenta con climatización en todos sus espacios, se posicionan 10 computadoras con tecnología de cuarta generación y monitores LSD de 32 pulgadas, a través de estos equipos se puede acceder a una conexión por fibra óptica de 50 megabytes que posibilita el acceso a proyectos de Joven Club como son Estanquillo, Reflejos y el portal de videojuegos Ludox.
Un acogedor patio interior aguarda al final del recinto, donde se brinda el servicio de alquiler de dispositivos móviles como son celulares y tabletas y donde, según la subdirectora de comunicación institucional, se prevé habilitar la conexión inalámbrica por la wifi.
“La instalación trabaja de domingo a jueves de 10:00 a.m. a 11:00 p.m., y el viernes y sábado extiende sus horarios hasta las 2:00 de la madrugada con la tendencia a disminuir o aumentar según la demanda de los clientes”, explicó González Velázquez.
Matices de opinión
Confluyen en esta renovada propuesta usuarios de diferentes grupos etarios, y cada uno encuentra sus propias razones para convertirse en asiduos al lugar.
“Lo mejor que tiene este joven club es que se puede jugar en red nacional, además tengo cerca las cafeterías y el parque; antes iba al Joven Club de Kilo-12 y a Olivos III, pero allí la conexión de la red no es estable”, comentó el cuentapropista Carlos Rafael Martínez de 27 años.
Aunque el tiempo de máquina constituye uno de los servicios más demandados, se ofrece en esta instalación una gama de más de 15 servicios que van desde los cursos de capacitación gratuitos hasta los 10 pesos que cuesta, por ejemplo, la asistencia informática a dispositivos móviles.
Por la cercanía de la casa de su abuela, Dairon Cantero de 11 años, también se llega los fines de semana hasta el nuevo espacio para comprobar sus habilidades en los videojuegos, al igual que el adolescente Franklin González quien antes solo tenía la opción de conectarse en la wifi en el parque.
Pese a que las opiniones sobre la atención y las características de los servicios son favorables, dos imprevistos afectaron la inversión pocas semanas después de abrir sus puertas: uno, debido a la falta de electricidad en el lugar y el otro, a causa de los simuladores virtuales sin funcionar.
Osvaldo Martínez García, director provincial de JCCE, aseveró que ambas dificultades ya se solucionaron, pues por un lado fue instalado el breaker compatible con la demanda del centro, del que no se disponía durante la ejecución de la obra y por otro, joven club asumió como parte de su presupuesto anual, el costo de la licencia para operar los simuladores durante el 2019.
Resulta desfavorable que una vez estrenada una inversión de impacto para el pueblo, las expectativas de los usuarios transitaran por un periodo de dudas, debido a la premura y mala planificación de los insumos.
Por lo pronto, se abre una nueva ventana para el tiempo de ocio destinada a niños, adolescentes y jóvenes, aunque Joven Club siempre invita a toda la familia; entretenimiento mitad real, mitad virtual, combinación efectiva en este siglo de hábitos digitales.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.