La industria, única de su tipo en el país, aplica numerosas alternativas para no detener sus producciones en medio de la actual situación energética
Indetenible en la producción se muestra la Planta de Secado y Beneficio de Granos (UEB) Eduardo Lamas Díaz, perteneciente a la Empresa Agroindustrial de Granos Valle del Caonao, de Yaguajay, que marca su propio ritmo en medio de la actual coyuntura energética por la que atraviesa el país.
Tal escenario, a juicio de Pablo Enrique Cabrera Borrego, director del centro, obliga a extremar las medidas de ahorro, de ahí que implementen como alternativa conectar solo cuando sea preciso la aireación de los silos donde se almacenan los productos (sistema que poseen los silos para ventilar los granos y mantenerlos a temperatura ambiente para que no sobrepasen el grado de humedad).
De igual forma, ajustan el proceso de secado para que no coincida con los horarios pico. Precisó la fuente que se decidió no encender más el alumbrado exterior de la nave de beneficio hasta que se normalice la situación.
Aclaró el funcionario que todos los días dejan el secador cargado, con el propósito de comenzar la jornada en el horario previsto sin afectar los rendimientos de la institución, en tanto contratan medios de tracción animal para la búsqueda de leña que abastece el secador.
“Estamos utilizando en el horno para el secado de granos la leña, cascarilla de arroz y también bagazo de caña. Siempre se dijo que el horno trabajaba con biomasa porque es más ahorrativo para la economía del país, y esta situación nos lo ha demostrado. Se han hecho pruebas con quemador de diésel, pero es más eficiente con este recurso”, señaló Gian Carlos Pereira Hernández, operador del secador.
Dicha estrategia posibilita que la única planta de este tipo en el país continúe a disposición de las bases productivas de la empresa, de la provincia y de otros territorios a las que también se les presta servicio.
“Estamos aprovechando la jornada de la mañana. Empezamos desde las seis, seis y media, hasta las once que debe estar listo el grano para la descarga, y retomamos las labores a la una hasta las dos para huirle al horario pico”, confiesa Pereira Hernández.
Aun cuando la planta posee capacidad para procesar 40 toneladas de granos diariamente, en la actual etapa reciben 16 toneladas, debido a que por estos días finaliza la cosecha de maíz. Por su parte, con la aplicación de estas medidas consumen de 100 a 110 kilowatts, mientras que antes de la contingencia empleaban de 200 a 250.
“Esto que estamos asumiendo como medidas emergentes debe quedarse para siempre, porque nos pone a prueba, y nos demuestra que sí es posible hacer más con menos. Los trabajadores de la planta estamos tranquilos y, como todos los cubanos, no tenemos miedo, enfrentamos este momento sin amedrentarnos”, agrega Miriam García Rementería, técnica de Gestión de la Calidad.
Sin dudas, la Planta de Secado y Beneficio de Granos (UEB) Eduardo Lamas Díaz, a pesar de las limitaciones que provoca la contingencia energética, no descansa en el afán de mantener sus producciones y desde este rincón de Cuba sus más de 20 trabajadores tienen el compromiso de pensar como país.
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