Los avances experimentados por Cuba en el proceso de informatización de la sociedad, fueron resaltados por Jorge Luís Perdomo, ministro de Comunicaciones, en entrevista que publica hoy el sitio web Cubadebate.
Dijo que las tecnologías de la información y la comunicación deben contribuir a elevar la calidad de vida del ciudadano, a mejorar la economía y a elevar la seguridad nacional de Cuba.
El proceso de informatización de la sociedad cubana, puntualizó, está estrechamente unido al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación en el país, y su base tecnológica e infraestructural es precisamente el desarrollo de las telecomunicaciones en la Isla.
Recordó que documentos rectores como el Plan de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el 2030 y los lineamientos del Congreso del Partido, que fueron aprobadas por el Partido Comunista de Cuba, fuerza política guía de nuestra sociedad, incluyen como un eje estratégico de desarrollo socio-económico a las tecnologías de la información y la comunicación.
Este tratamiento prioritario, abundó, se debe a que las tecnologías de la información y la comunicación aportan directamente a la economía. Crean, por ejemplo, flujos financieros o dinamizan procesos económicos; sin embargo, más importante aún en mi opinión, es el aporte indirecto al crecimiento del producto interno bruto.
Según estudios realizados, citados por el Ministro de Comunicaciones, un 10 por ciento de inversión en TIC produce alrededor de más de un uno por ciento de crecimiento indirecto en el producto interno bruto.
Dadas nuestras características, recalcó, es muy alta la posibilidad de que estas tecnologías influyan directamente en procesos productivos y económicos: el comercio, las transacciones financieras, el crecimiento de la industria nacional. O sea, no existe un sector de la economía e incluso de la sociedad en que estas tecnologías no incidan directamente.
Perdomo señaló que el bloqueo económico de Estados Unidos hacia Cuba, y su recrudecimiento a partir de la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, impactan negativamente en el desarrollo del sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Sin embargo, precisó, el gobierno estadounidense considera que se debe flexibilizar en materia de telecomunicaciones, únicamente porque lo identifica como un canal de subversión política e ideológica.
La falacia en cuanto a su posición flexible en materia de nuevas tecnologías con Cuba, es evidente. Por una parte están las motivaciones políticas detrás de esa postura, y por otra, obstaculizan todo lo referente al sector financiero.
No se pueden desarrollar las tecnologías sin inversiones, y para hacer inversiones es necesario tener financiamientos externos, flujos financieros, poder trabajar con mecanismos internacionales, reiteró el titular del ramo.
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