El canciller cubano, Bruno Rodríguez denunció la escalada de presiones y acciones del Gobierno de Donald Trump para preparar la intervención contra la República Bolivariana, y llamó a la comunidad internacional a movilizarse para impedirla con el esfuerzo de todos
«Solo se puede estar, en este momento crucial donde se deciden la observancia, la vigencia de los principios del Derecho Internacional, de la Carta de las Naciones Unidas; donde se decide que la razón de legitimidad de un gobierno reside en el apoyo y en el voto de su pueblo; donde se decide que ninguna presión foránea puede sustituir el ejercicio soberano de la libre determinación; en estas circunstancias, solo se puede estar a favor o en contra de la paz, solo se puede estar a favor o en contra de la guerra».
Así sentenció el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, durante una conferencia de prensa este martes en la sede de la Cancillería en La Habana, donde reiteró el rechazo de la Isla a una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela con pretextos humanitarios.
Durante la conferencia denunció la escalada de presiones y acciones del Gobierno de Donald Trump para preparar la intervención contra la República Bolivariana, y llamó a la comunidad internacional a movilizarse para impedirla con el esfuerzo de todos.
Convocamos a una movilización internacional por la paz y en contra de la intervención militar en América Latina —prosiguió el Canciller—. Llamamos a todos los Gobiernos, parlamentos, movimientos sociales, indígenas, sindicatos, campesinos, académicos, intelectuales y artistas, organizaciones no gubernamentales, representantes de la sociedad civil, a apoyar a Venezuela, a defender la paz y evitar una agresión militar.
Alentamos al mecanismo de Montevideo, a México, Uruguay, la comunidad del Caribe y Bolivia a continuar haciendo sus mayores esfuerzos en estas condiciones de urgencia para propiciar una solución basada en el diálogo y absoluto respeto a la soberanía de Venezuela y a la validez del Derecho Internacional, subrayó.
Igualmente, Rodríguez Parrilla reiteró la invariable solidaridad del Gobierno de Cuba con el legítimo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con la Revolución Bolivariana y chavista, con la unión cívico-militar de su pueblo y, afirmó, allí es donde hay que defender hoy la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz y la soberanía e independencia de todos.
Asistimos a la fabricación de pretextos humanitarios
EE.UU. prepara una intervención militar bajo fines humanitarios, alertó desde el inicio de su intervención el Ministro cubano.
Tal denuncia, prosiguió, quedó expresa en la Declaración del Gobierno Revolucionario emitida el pasado 13 de febrero y en la que se aseguró que entre el 6 y el 10 de febrero de 2019, se han realizado vuelos de aviones de transporte militar hacia el Aeropuerto Rafael Miranda de Puerto Rico, la Base Aérea de San Isidro, en República Dominicana y hacia otras islas del Caribe estratégicamente ubicadas, seguramente sin conocimiento de los Gobiernos de esas naciones, que se originaron en instalaciones militares estadounidenses desde las cuales operan unidades de Fuerzas de Operaciones Especiales y de la Infantería de Marina que se utilizan para acciones encubiertas, incluso contra líderes de otros países.
Declaró que medidas coercitivas unilaterales son aplicadas a la hermana República Bolivariana, lo que configura una gruesa violación del Derecho Internacional, y que provocan privaciones y daños humanos.
Trump y sus voceros han repetido y confirmado que la opción militar está entre las acciones que se consideran —sentenció—, Trump dijo que «todas son posibles».
«Todos asistimos a la fabricación de pretextos humanitarios», denunció Rodríguez Parrilla. Se ha fijado fecha límite para forzar entrada de ayuda mediante la fuerza, lo cual es un contrasentido. Y explicó al respecto: No es posible que descanse en la fuerza de las armas la ayuda humanitaria. Este mero enfoque es una violación del Derecho Internacional Humanitario que refleja la politización, como en otras ocasiones.
Habría que preguntarse, dijo el Ministro, ¿qué objetivos se persiguen? ¿Cuáles, que no sean generar un incidente que ponga en riesgo la vida de civiles?
Se ha hablado de que la ayuda humanitaria podría durar meses e incluso años, se ha dicho: lo que dure la reconstrucción. ¿De qué reconstrucción habla ese senador de la Florida? Es ese el negocio de la guerra, primero para el complejo militar industrial y después la reconstrucción, agregó.
Rodríguez Parrilla denunció igualmente las presiones a países del Consejo de Seguridad para forzar una resolución que sería la antesala de la intervención humanitaria y que prevé el quebrantamiento de la paz y seguridad e insta a usar las medidas necesarias.
Tenemos la esperanza de que el Consejo de Seguridad haga prevalecer su vocación y responsabilidad como principal garante de paz y seguridad y no se preste a aventuras militares, refirió.
Además destacó que el Gobierno de EE. UU. ha fabricado en Washington un golpe imperialista con un presidente construido allí y que resultan «brutales» las presiones contra otros países tratando de forzar el reconocimiento al supuesto presidente o el llamado a nuevas elecciones, anulando las que legítimamente el pueblo bolivariano ya realizó.
Medidas económicas coercitivas unilaterales e ilegales son aplicadas contra Venezuela. «Las cifras son obscenas, se ha hablado de ayuda humanitaria de unos 20 millones de dólares a un país que está siendo privado de más de 30 000 millones de dólares», aseguró.
Construir nuestro futuro
Bruno Rodríguez Parrilla se refirió además al discurso pronunciado este lunes por el presidente norteamericano Donald Trump, en el que amenazó a Venezuela y declaró que también iba por la desestabilización de Cuba y Nicaragua.
Recordó cómo el mandatario norteamericano expresó desde la Universidad Internacional de Florida, que el fin del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio y a todos los lugares del mundo. A la vez se refirió a la forma en que acentuó su ataque al socialismo al definirlo como una ideología basada en la ignorancia.
El presidente Trump, citó el Canciller, se refirió a la dignidad humana: olvida que es en el capitalismo e imperialismo donde prevalecen la injusticia, explotación y manipulación de las personas. Habló de migrantes venezolanos pero no del muro en el río Bravo ni de los menores separados de sus padres, ni de la represión de los migrantes y minorías, ni de los asesinatos de la patrulla fronteriza.
Sobre la existencia de un supuesto ejército cubano en Venezuela, Bruno Rodríguez subrayó que nuestro Gobierno rechaza esa calumnia y reafirma el deber de seguir prestando la modesta contribución de algo más de 20 000 cooperantes cubanos, todos civiles, el 94 por ciento en la salud.
Los cubanos continuaremos nuestro propio rumbo y nos preparamos para el exitoso referendo constitucional en pocos días, comentó. Seguiremos trabajando serenos, consagrados, imbuidos de la certeza de que poseemos herramientas para construir nuestro futuro.
Rechazó el intento de intimidación de Trump a quienes de manera soberana hemos decidido construir y defender el socialismo, así como hacia partidos, organizaciones y personas amantes de la justicia y la equidad, que han abrazado las ideas socialistas y revolucionarias bajo el convencimiento de que un mundo mejor no solo es posible, sino inevitable e indispensable.
El futuro de Cuba está aquí, con medidas adicionales de bloqueo o sin ellas; el futuro lo decidimos las cubanas y los cubanos, afirmó.
«Al presidente Trump le reiteramos que será invariable nuestra lealtad a Fidel y a Raúl, y que el proceso de continuidad que encabeza el Presidente Díaz-Canel es permanente e irreversible. Estaremos unidos junto a nuestro Partido Comunista de Cuba. Hemos escrito, entre todos, esta nueva Constitución y votaremos por ella el 24 de febrero, por la Patria y el Socialismo. Será también una respuesta al discurso del presidente Trump», concluyó.
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