El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, iniciarán este miércoles con una reunión a solas la segunda cumbre entre sus países.
El cara a cara entre los dos gobernantes está previsto para la tarde de este miércoles y, con todo y su carácter informal, reviste una importancia cardinal para el éxito de la cumbre el jueves, con participación de los miembros de las respectivas delegaciones.
El formato del evento es similar al de junio del año pasado, cuando Trump y Kim se reunieron en Singapur, en lo que constituyó el primer histórico esfuerzo de las partes por acordar la desnuclearización de la península coreana, pero también la consecución de una paz sostenible allí.
Tanto el mandatario norteamericano como el líder norcoreano se han mostrado optimistas sobre los resultados de la cumbre, pero según expertos aún deberán vencer incontables dificultades antes de llegar a aquella meta.
Una de ellos será llegar a una definición conjunta sobre el término ‘desnuclearización’ y la adopción de mecanismos lógicos de verificación de ese proceso, uno de los reclamos de Corea del Norte, así como el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos a ese país.
La opinión más generalizada es que la cumbre en Vietnam relajará aún más las tensiones entre los actores de este trascendente capítulo de la historia contemporánea -Corea del Sur y Japón también cuentan-, pero que aún se necesitarán muchos contactos antes de colocar el diferendo en rutas verdaderamente transitables.
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