Nicaragua no puede renunciar al milagro de la paz con reconciliación, algo que fue posible a finales de la década de 1980 en condiciones de guerra, afirmó el presidente del Gobierno, Daniel Ortega.
Al intervenir en el acto de recordación por el séptimo aniversario de la desaparición del comandante Tomás Borge, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, y de celebración del Día Internacional de los Trabajadores, el mandatario analizó las condiciones en que transcurre el diálogo nacional por el entendimiento y la paz.
El presidente del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional criticó de manera contundente ‘a los que piden de rodillas sanciones contra su propio país’, a quienes calificó de ‘lo más abyecto sobre la Tierra’.
No tienen alma ni corazón, tienen veneno que los convierte en miserables y son expresión de las miserias humanas, enfatizó Ortega en referencia a los sectores de la oposición que adoptan tales posiciones.
Frente a esas realidades nosotros no podemos renunciar, ni hemos renunciado a conversar y buscar acuerdos, a pesar de esas miserias humanas, insistió.
No he escuchado ni un solo pronunciamiento o comunicado de condena a las sanciones contra Nicaragua de quienes promovieron el dolor y la muerte cuando el país estaba en paz y mejor que nunca, ni de ellos ni de quienes coinciden con ellos en diferentes campos, económicos, mercantiles o espirituales, advirtió el mandatario.
El jefe de Estado expuso que de esa forma no van a destruir la dignidad de los nicaragüenses, y comparó la situación con los 60 años de sanciones que Cuba ha sabido enfrentar.
Utilizan las sanciones como hace un año utilizaron los tranques para alcanzar sus objetivos, nada bueno para el pueblo nicaragüense, contrastó.
Acerca de la posición del Ejecutivo ante el proceso de diálogo iniciado el pasado 27 de febrero reiteró que ‘estamos comprometidos seriamente con este esfuerzo de negociación’.
Tras exponer que ellos (el sector más extremista de la oposición) se arrogan cotidianamente el derecho al insulto y la agresión, precisó: ‘nosotros tenemos el derecho de estar totalmente claros de en qué condiciones estamos, con quienes estamos negociando y por tanto contar con la firmeza de fortalecernos para librar esta batalla’.
El desafío actual es trabajar por lograr acuerdos y la resocialización, concluyó Ortega la exposición del tema sobre el estado de las negociaciones gobierno-oposición en Nicaragua.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.