El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, participa este 18 de diciembre en el debate sobre la fiscalización al programa nacional de la vivienda, al que el gobierno de la isla presta fundamental atención.
Ello ocurre
en la última jornada de trabajo de las comisiones permanentes de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, reunidas en el Palacio de Convenciones de esta
capital.
Díaz-Canel encabeza la discusión sobre el control al referido programa, uno de
los objetivos de las visitas periódicas a las provincias del país en las que va
acompañado por el Consejo de Ministros.
Cuba aspira a construir 40 mil 800 viviendas en 2020, unas 10 mil más de las
comprometidas para este año.
Se trata de un plan tenso en el que participan activamente la población y los
gobiernos locales y otras entidades.
La mayoría de las edificaciones corren a cargo de los pobladores, muchos de
ellos beneficiados con subsidios del Estado.
El éxito del programa demanda, entre otros factores, del desarrollo de las
industrias locales de materiales de la construcción.
También del uso de materiales alternativos en las condiciones de un país bajo
el cerco económico, financiero y comercial de Estados Unidos, que afecta a
todas las actividades de la nación.
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