Los cubanos debemos defender el Turismo, no solo pensando en la frecuencia con la cual podemos disfrutar de esas opciones, sino por lo que aporta al desarrollo económico y social del país, y por su modo de defender nuestra cultura, identidad, valores e idiosincrasia, aseguró Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al intervenir este miércoles en la sesión de trabajo del Parlamento.
El Turismo, dijo, es una expresión de exportación de servicios y donde hay mayor participación de la inversión extranjera.
Para que sea eficiente, añadió, y para que sea la locomotora de la economía, es preciso potenciar los encadenamientos productivos con la industria nacional. Ello, a su juicio, se ha ido logrando, pero todavía nos queda un camino largo por andar.
El turismo también debe ser expresión de los nexos entre el sector estatal y no estatal, así como con los programas de desarrollo local.
Las medidas económicas que hemos aprobado recientemente, apuntó, también deben ser aprovechadas por el Turismo, como las referidas al fortalecimiento de la empresa estatal, la estimulación de las exportaciones, así como la sustitución de métodos administrativos de asignación de recursos por otros mecanismos financieros.
Al decir del Presidente Cubano, a pesar de las dificultades, hay que hablar de resultados.
Resaltó que se trata de «una de las actividades que más ingresa dinero líquido al país, ya sea para pagar deudas, invertir, comprar materias primas. Es una de las actividades que más suena la contadora para el país, y si lo potenciamos y lo hacemos más eficiente, crecerán los ingresos».
También llamó la atención sobre la capacidad del Turismo de generar empleos y una cultura empresarial, con cuadros bien preparados gerencialmente, así como en el ámbito económico e ideológico.
Díaz-Canel destacó que el Turismo se desarrolla sobre una concepción de desarrollo sostenible, desde una valoración integral de los pilares sociales, medioambientales y económicos.
En ese sentido, abundó en la transformación de métodos de trabajo: ya no se realizan enormes movimientos de tierra, se conserva la vegetación autóctona, no se construye con densidades mayores de 25 habitaciones por hectárea ni alturas que sobrepasen la vegetación.
Agregó que en los caminos hay pasos para los animales, se protegen los ecosistemas, se potencia la reutilización de las aguas, el uso de plantas de tratamiento de residuales con diseños cubanos, así como el uso de energía renovables y la clasificación de los desechos.
Por el reconocimiento alcanzado en el ámbito internacional, el Turismo, dijo, es expresión de convocatoria. Y puntualizó en la disposición de varios inversionistas de seguir apostando por Cuba, e incluso varios gobiernos han mostrado apoyo a sus empresarios frente a las amenazas de la Ley Helms-Burton.
Díaz-Canel enfatizó, además, en el avance alcanzado en materia de diseño de hoteles con propuestas cubanas.
Entre los sectores que han logrado insertar sus producciones en el Turismo, en pos de potenciar los encadenamientos con la economía nacional, mencionó el agroalimentario, transporte, comunicaciones e industria.
Donde hay que seguir trabajando es en la calidad del servicio. Lo más complicado era desarrollar la planta hotelera, ahora lo que nos puede distinguir es la originalidad de las ofertas, afirmó.
Llamó a desarrollar nuevos productos turísticos, no solo sol y playa, sino vinculados a la actividad de salud, la cultura, la historia, los temas de patrimonio y naturales, donde esté presente la cubanía.
Díaz-Canel aludió al trabajo para atraer nuevos mercados, e identificar los factores que hoy pueden limitar a los visitantes, ya sea las opciones de viajes, las facilidades de pago o las costumbres.
También hizo hincapié en cómo el avance turístico puede convertirse en una alternativa de desarrollo para los territorios, y explicó que la voluntad de potenciar el Turismo se corresponde con los niveles de ingresos que genera.
«Siempre hay un potencial turístico. Muchas personas no vienen hoy por el bloqueo, pero nosotros lo vamos a superar y lo vamos a vencer. No podemos esperar a ese entonces para ampliar la planta hotelera».
Cuba es atractiva, en palabras del Presidente Cubano, por «la seguridad, la calidad del pueblo, la cultura, la Historia, los afectos, los valores sociales; porque Cuba es símbolo de esperanza; porque Cuba se respeta».
El desarrollo turístico demanda de una actividad intensa, integral e inteligente que seduzca, encante y atraiga a quienes nos visitan, sentenció.
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