Estados Unidos aplica desde este 18 de octubre aranceles a productos de la Unión Europea (UE) valorados en 7,5 mil millones de dólares al año, luego de recibir la luz verde de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
A principios
de octubre esa entidad internacional autorizó a Washington a imponer altos
gravámenes a bienes importados desde el bloque comunitario, a raíz de una
disputa de tres lustros entre el fabricante norteamericano de aviones Boeing y
su rival europeo Airbus.
El lunes pasado el organismo de solución de controversias de la OMC permitió a
la administración de Donald Trump seguir adelante con las medidas anunciadas
por el ejecutivo norteamericano tras el fallo de la organización, la cual
consideró que Airbus recibió miles de millones de dólares en subsidios
ilegales.
Luego de que la OMC hizo pública su determinación, la Oficina del Representante
Comercial de Estados Unidos (USTR) dio a conocer que impondría aranceles del 10
por ciento a los aviones Airbus, y del 25 por ciento a una gama de productos
como los vinos de Francia, los whiskies escoceses e irlandeses, y quesos de
toda Europa.
Dentro del listado de mercancías golpeadas por las tarifas se incluyen,
también, aceitunas, aceite de oliva, café, galletas, mantequilla y carne de
cerdo, entre otras.
Según informó anoche la agencia Reuters, la USTR le confirmó a las industrias
que los gravámenes planificados del 10 y el 25 por ciento entrarían en vigor
este viernes, de acuerdo con lo previsto.
La aplicación de estas tarifas está en correspondencia con la controvertida
política arancelaria impulsada por Trump, quien ha usado los impuestos para
enfrentar disputas comerciales, a pesar de recibir críticas de economistas y
empresarios que consideran perjudiciales tales gravámenes.
A decir del diario The New York Times, esta medida contra la UE podría elevar
los precios para las empresas y clientes estadounidenses que importan productos
de Europa, con afectaciones para aerolíneas, fabricantes y consumidores.
El bloque comunitario, por su parte, está a la espera de que la OMC se
pronuncie en un caso paralelo sobre las ayudas estadounidenses a Boeing, y
advirtió a Washington que podría adoptar medidas similares contra Estados
Unidos.
Tal desenlace sumaría más presión sobre los sectores empresariales
norteamericanos, que ya se han visto golpeados por la guerra comercial desatada
por Trump con China y que también ha estado marcada por las subidas de
gravámenes multimillonarios.
Hace dos días, al ser recibido por Trump en la Casa Blanca, el presidente de
Italia, Sergio Mattarella, expresó que las tensiones comerciales no son buenas
para nadie y que la imposición de gravámenes es contraproducente y perjudicial
para las economías.
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