Eglys de la Cruz Farfán se fue sin medallas y sin final de la prueba del rifle aire a 10 metros de los XVIII Juegos Panamericanos de Lima y fue la noticia negativa de las competiciones del tiro que, aportó, no obstante, una medalla de oro y otra de plata entre los hombres.
Escambray reproduce la información del sitio digital de Jit que abunda sobre el suceso.
La tiradora cubana Eglys de la Cruz hizo hoy un disparo de 6.3 puntos en la fase preliminar del rifle aire a 10 metros de los XVIII Juegos Panamericanos.
Eso, dicen los expertos, no se tira ni en los Juegos Escolares Nacionales. La espirituana, automáticamente, sacó la cabeza del arma y mostró todo el desconcierto posible. Comenzó ahí una historia triste en que la ciencia y la industria parecieron jugar su papel.
«Estaba tirando bien, entraba a la final, pero en el disparo 54, a solo seis para terminar la competencia, marcó un 6.3 que califica de súper malo. En ningún lugar se tira eso», apuntó a JIT el comisionado nacional Julio Fidel Hernández Díaz.
«La mandamos a salir de la cancha y nos dijo que había visto bien el disparo. A su nivel, olímpico, estas cosas no suelen suceder. Además venía trabajando positivamente en la prueba», consideró el directivo en áreas del polígono de la Base Aérea Las Palmas.
«Hicimos la reclamación al término del evento, por lo que ella representa y por la confianza que le tenemos. Le dijeron que se quedara lista en la posición, pues si procedía nuestro recurso tendría derecho a un tiro adicional», continuó narrando Hernández sobre acontecimientos imposibles de apreciar desde la grada.
Sin embargo, al revisar la tirada se decretó que efectivamente había un disparo de 6.3 y «ahí no hay fallo, pues la tecnología es láser full de última generación, con softwares para comprobarlo todo o casi todo», apuntó desalentado.
Sobrevino entonces el tiempo de la ciencia y la industria… El tiempo de buscar explicación al percance, que poco o nada tenía que ver con el estado de forma deportivo y sicológico de Cruz.
«Nos reunimos con ella y su entrenador para valorar el caso y solo nos vino a la mente que el perle tuviera un desperfecto mínimo, propio del proceso de fabricación. En eso coincidieron otros expertos. Hablamos de una ranura o un levísimo desequilibrio del peso, cosas que en balística significan salirse de la diana», reflexionó con el documento de la reclamación en las manos.
¿Cómo evitar algo así? Preguntamos entonces algo asustados… «Revisar uno a uno cada perle es algo bastante engorroso. Imagina 500 piezas de ese tamaño delante de ti. Es como escoger granos de arroz uno por uno. Hay que confiar en el producto adquirido, aunque para la próxima algo tendremos que hacer al respecto», expresó finalmente el también federativo.
Eglys (4-4-1) buscaba su décima medalla en el tiro panamericano, y la número cinco en esta prueba, en la cual reinó en Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, fue plata en Guadalajara 2011 y bronce en Toronto 2015.
¡Vaya perle perdido!
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