El café madrugó en Fomento (+fotos)

El café atrapa, deleita, no ha dejado de ser un enigma para consumidores y cosecheros. En una zona montañosa como la de Fomento el cultivo es pasión, fuente de empleo e ingresos. Por eso dolió tanto el estrujón del huracán Irma en septiembre del 2017 cuando muchos cafetales perdieron el grano, el techo, matas y quedaron menos árboles para cobijar las plantaciones.

Entonces, productores avezados como Juan Ramón Hernández Rodríguez no se dejaron abatir por los daños y en medio de los destrozos acuñaron la “confianza en el café robusta, es muy resistente, lo que le falta para ser igual que la aroma es la espina; estas matas se van a recuperar”.

Juan Ramón no se volvió Aladino ni tampoco frotó la lámpara; como todos los caficultores del municipio apeló al trabajo y al manejo técnico del cultivo. Así Fomento empezó otra vez a cambiarle la cara al cafetal, al punto que en el 2017 la recolección apenas llegó a 52 toneladas de café oro; el siguiente año, a 142; “pero hoy estamos a la mitad de nuestro potencial”, aclaró Rodobaldo Fabelo Méndez, especialista en la Unidad Básica Empresarial Agroindustrial café, cacao y coco, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Ramón Ponciano de ese municipio.

ADELANTO SIN PRECEDENTES

La noticia no es siquiera el aporte del sector a la hora de sumar puntos para que el municipio obtuviera la sede provincial del acto por el 26 de Julio. La novedad proviene de un comportamiento inédito en la floración —en diciembre— de la variedad arábica que dio al traste con una maduración tan temprana que por primera vez se tuvo que activar la recolección de granos maduros desde junio.

“En ese mes nunca habíamos cosechado café, en julio tampoco, siempre aquí se ha recogido un nivel pequeño a finales de agosto, pero esto es algo inusual, nadie lo esperaba y, a nuestro criterio, está relacionado con el cambio climático, las altas temperaturas; aunque el despunte de la cosecha tiene su desfase, ha favorecido que la parte del despulpe en la industria estaba ya preparada, nos queda alistar el secado artificial”, explicó Rodobaldo Fabelo.

Hasta mediados de julio el acopio sumaba media tonelada de café oro; en tanto, se reportaban nuevos niveles de recolección en Gavilanes y otras zonas, una fiel expresión de que esta será una campaña bien larga porque, según los especialistas, por los ciclos de floración y maduración debe extenderse hasta enero próximo.

“Siempre antes de cada cosecha se realiza un saneamiento y ese grano se descarta, pero este año no es así, aparte de que el volumen es considerable la calidad es significativa; además, eso de traer café para la planta en junio y julio y que se pueda despulpar, nunca lo había visto; ello nos da una señal de buena cosecha hacia delante”, declaró Yoel Estrada González, especialista de beneficio en la Despulpadora de El Pedrero.

REACOMODO DEL CAFETAL

El cultivo líder de la serranía fomentense cubre más de 800 hectáreas, escenario donde la variedad robusta define la mayor partida y de acuerdo con el programa de desarrollo diseñado se persigue estirar el cafetal al umbral de las 1 000 hectáreas a partir de ampliar la presencia del café arábico —el de calidad exportable—, a la vez que el crecimiento productivo se proyecta sobre la base de incrementar el rendimiento agrícola.

Tal estrategia descansa en la incorporación en la zona de El Charcón de fuerzas del Ejército Juvenil del Trabajo y de unidades productoras que no cultivaban café y comienzan a entregar el grano. El cultivo ocupa actualmente a alrededor de 550 productores, el 70 por ciento de ellos provenientes del sector cooperativo y campesino.

“En el mundo el café es un cultivo familiar, aquí ya se ve igual porque en la medida que se entrega tierra es para que la familia trabaje la finca, se incorpora también fuerza de la comunidad y no hay que hacer movilizaciones; en eso influye mucho el significativo incremento de los precios de compra en el café, que se atiende mejor la plantación y, hasta hora, el mejor grano del municipio lo entregan los productores individuales”, manifestó Rodobaldo Fabelo.

Kevin Ruiz Vega, usufructuario de la UBPC La Escalera, en la zona de Sipiabo, sigue asombrado ante la temprana maduración del café arábico. “Es que el grano se adelantó como nunca, esta es una etapa de hacerle otras labores al cultivo y estamos mezclando eso con la recolección. Fíjate si el tiempo está raro que el área que tengo de robusta ya tiene unos granos maduros; pero, bueno, pa’lante, esto es de todos los días, yo casi vivo en el cafetal, por eso está limpio”.

Aquellos tiempos de falta de fuerza laboral quedaron atrás, tanto que el especialista confirma que “aquí todos los días hay gente pidiendo área para café y hoy tenemos más brazos que tierra lista. Pero en Fomento pasa algo que no se puede ignorar: los que están en el cultivo no son campesinos, son productores que llegaron de disímiles oficios y ha habido que enseñarlos, pero han aprendido bien”.