Desde bien temprano las puertas de las 88 panaderías pertenecientes a la Empresa Alimentaria en Sancti Spíritus abren sus puertas para que los consumidores, dispersos por zonas urbanas o rurales, adquieran el pan de la canasta básica.
En tiempos de marcadas limitaciones energéticas, Cuba no deja de proteger la producción de este alimento y en Sancti Spíritus se aplican estrategias para garantizar diariamente algo más de 50 toneladas de pan, de las cuales 37 se destinan a la venta normada a la población y el resto a hospitales, centros laborales y otros sectores, incluido el consumo social.
Octavio del Rosario Argüelles, director de la Empresa Alimentaria Provincial, informó que 115 vehículos de tracción animal contratados por la entidad distribuyen el pan a numerosas comunidades y asentamientos poblacionales; no obstante, hay sitios donde resulta imposible llegar con estos medios y utilizan camiones, para los cuales existe una cifra de combustible que alcanzaría hasta el día 25 de septiembre, pero para prolongar esa cantidad, en días alternos se entrega la cuota equivalente a dos jornadas.
Explicó Argüelles que hasta el momento está suspendida la venta de pan liberado y se redujo al mínimo la producción de dulces. Añadió que la fábrica de galletas de sal trabajará solo hasta el día 22, se paralizó totalmente la elaboración de conservas, raspaduras, caramelos y gofio, en tanto se mantiene activa la producción de fideo hasta completar las cantidades requeridas para la canasta básica.
En el caso de los centros subordinados a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cubana del Pan que se encargan de la elaboración del producton para la venta liberada, desde el lunes 16 restablecieron sus servicios tras una semana de inactividad.
Tamara Chau Macías, directora de dicha UEB, explicó que solo se elabora pan suave de 50 gramos por un valor de 80 centavos la bola, y de 200 gramos a 3 pesos, no así el de corteza dura que, a pesar de ser el más demandado por la población, requiere de mucho más tiempo de cocción y, por ende, mayor consumo energético.
“Estamos haciendo 9 toneladas de pan suave diariamente, dos más que las que se elaboraban antes de estas limitaciones, cuando se hacían diversos surtidos de corteza dura; y con mucho menos diésel, pues por cada tonelada de pan que obtenemos hoy ahorramos 45 litros de combustible y eso nos permite alargar nuestra reserva para trabajar durante más jornadas”, explicó Tamara.
También se reajustaron los horarios de producción en cada panadería para evitar su funcionamiento durante los horarios pico. La directora añadió que la venta es a razón de tres a cinco panes de 200 gramos por persona para evitar acaparamientos, se está priorizando el servicio desde el mostrador de cada unidad y se suspendieron, por ahora, las entregas de pan a los trabajadores por cuenta propia.
Favor no publiquen fotos de este tipo, el que vende y el que recibe el pan a mano limpia.
Importante el artículo. Pero ahora q es cuando deberían apoyarse en los TCP les niegan las patentes o no se las tramitan. Como es nuestro caso.