Los salvadoreños acuden este domingo a las urnas para elegir al relevo de Salvador Sánchez Cerén como presidente de esa polarizada nación centroamericana para el período 2019-2024
El electorado se debate entre la continuidad en las políticas sociales del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y un eventual retroceso al neoliberalismo del derechista partido Arena.
Sin embargo, la también derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) cuenta con el favoritismo en las encuestas de su candidato, Nayibe Bukele, quien recaló en este partido tras ser expulsado del FMLN.
También compite Josué Alvarado, del partido VAMOS, aunque su candidatura fue inhabilitada al comprobarse su pasado como pastor evangélico, por lo que de ganar asumiría su candidato a vicepresidente, Roberto Rivera.
Según un reciente simulacro, para la medianoche ya estarían listos los resultados preliminares y al menos saber si habrá una segunda vuelta, prevista para el 10 de marzo.
Para ganar en primera vuelta es preciso recibir el 50 por ciento más uno de los votos válidos, cifra que rondaría el millón 400 mil, según la tendencia de las tres presidenciales previas.
Si bien en 2014 votó el 52 por ciento del padrón electoral, para este año el TSE estima que participará el 65 por ciento, aunque la participación del extranjero disminuyó.
De hecho, este año se inscribieron para votar cinco mil 948 salvadoreños residentes en otros países, casi la mitad que en los comicios de hace un lustro.
Unos 23 mil policías fueron desplegados por todo el país para garantizar la seguridad del proceso y además la Dirección General de Protección Civil organizó un operativo para responder a emergencias de todo tipo.
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