Muchos habitantes de la provincia de Sancti Spíritus se sienten satisfechos con la elección, este jueves, del presidente y vicepresidente de la República de Cuba, según la voz popular, puesta de manifiesto en distintos espacios públicos del territorio.
En cualquier sitio de la geografía espirituana pueden oírse criterios de aprobación, al conocer que Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Salvador Valdés Mesa fueron elegidos, en sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, para desempeñar los cargos de presidente y vicepresidente de la República respectivamente.
Adalberto López Leiva, veterano dirigente y quien se encuentra jubilado, dijo a la ACN que es muy saludable esta decisión de los diputados al Parlamento, porque se conjuga la energía de Diaz-Canel con la experiencia política de Valdés Mesa.
Esta elección, afirmó López Leiva, al igual que la de la Asamblea Nacional y el Consejo de Estado demuestra la continuidad de la Revolución en la dirigencia del país.
Existe una adecuada representación etaria, étnica y de sexo, además de una probada fidelidad a la Revolución y a su dirección histórica, aseguró el experimentado revolucionario espirituano.
Héctor Hernández, trabajador por cuenta propia, expresó que es importante el cambio generacional en los momentos actuales, por cuanto hay varios dirigentes de avanzada edad que necesitan un relevo, aunque pueden continuar aportado sus ideas y experiencias, y a quienes habrá que acudir en determinados momentos para consultarles asuntos estratégicos de la nación.
Según opiniones de ciudadanos, es muy atinado que en correspondencia con la Constitución de la República de Cuba no puedan integrar el Consejo de Estado los miembros del Consejo de Ministros, ni las máximas autoridades de los órganos judiciales, electorales y de control estatal.
Esa separación, según el joven Roberto Rodríguez, estudiante universitario, ayuda a la descentralización del poder y establece un balance a la hora de la toma de decisiones.
Por primera vez desde la institucionalización del país, en 1976, Cuba tiene presidente y vicepresidente de la República.
Otro cambio sustancial en la dirección, es la reducción del número de integrantes del Consejo de Estado, cuya dirección es ahora la misma que la de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la que continúa presidida por Esteban Lazo Hernández, veterano dirigente de instituciones políticas y quien ha demostrado su incondicionalidad al proceso revolucionario.
Tanto para ocupar los cargos de presidente y vicepresidente de la República, como para presidente, vicepresidente y secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y de los demás miembros del Consejo de Estado, la Comisión de Candidatura Nacional solicitó a los diputados que hicieran llegar por escrito y de manera anónima sus propuestas, lo que prueba la democracia socialista de Cuba.
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