El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, asistió este lunes al balance anual del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma)
En la jornada vespertina de este lunes el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel compartió con los participantes en el balance anual del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, donde enfatizó en que «muchos de los complejos problemas que tiene el país solo podrán ser resueltos a través de la ciencia y la innovación».
Al presentar el informe, la ministra del ramo, Elba Rosa Pérez Montoya, explicó que el mismo contiene un resumen del trabajo desplegado durante el 2018 por el organismo, tanto en el cumplimiento de sus actividades rectoras como hacia lo interno en apoyo a las mismas.
Puntualizó que las políticas recientemente aprobadas sobre los sistemas de ciencia y de medioambiente se deben implementar en el presente año y darles un seguimiento constante.
En el exhaustivo intercambio se destacó, entre otros elementos, la importancia de preservar y desarrollar el potencial científico con que cuenta el país, que se complementa con la formación de los profesionales de las industrias, lo cual permite dinamizar la introducción de los resultados.
Roberto Morales Ojeda, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, reconoció el avance del trabajo del organismo en el periodo de análisis e insistió en que para el presente año debe consolidar su papel rector en las actividades que le corresponden.
El Presidente Díaz-Canel subrayó la importancia del trabajo desarrollado para concretar acciones en todo el país como parte de la Tarea Vida, y los ingentes esfuerzos que desde hace años ha venido realizando el Ministerio para preservar la memoria histórica, patrimonio de la nación que en las diferentes instituciones se conserva.
Por otra parte, insistió en que para tener un buen sistema de trabajo resulta fundamental el vínculo constante con la base, el conocimiento de los problemas existentes en los diferentes sectores de la economía y lograr una verdadera integración que permita destrabar problemas y un mayor impacto en la economía y en la sociedad.
Recordó que como premisa en su actuar cotidiano los cuadros tienen que acudir constantemente a la investigación científica, a la informatización y a la comunicación social, de manera tal que contribuyan al desarrollo de los diferentes sectores.
Cada vez que abordemos un tema debemos convocar y escuchar a aquellos que más saben, quienes más conocimientos tienen, lo cual da calidad en las soluciones, enfatizó.
Por eso todos los ministerios tienen que acudir a las universidades, llevar allí sus demandas de investigaciones y a la vez escuchar las potencialidades de estas. Tiene que ser una prioridad en el trabajo cotidiano la integración con las universidades y los diferentes centros de estudio e investigación, lo que permitirá lograr un mayor desarrollo.
Al referirse a la formación de doctores, enfatizó en que en ocasiones se concretan muchos temas de innovación que aportan importantes soluciones y no se llevan a tesis de doctorado. «Todavía podemos hacer mucho más en la formación doctoral; el país lo necesita».
Instó a trabajar en la selección y preparación de la reserva científica en las universidades y entidades de ciencia, pues estos jóvenes son el relevo del potencial científico con que hoy contamos. «Debemos tener bien claro quiénes son los más capaces, cómo los atendemos, cómo los motivamos, cómo los preparamos».
Finalmente, subrayó que el enfoque más integral ante cualquier problema es el del desarrollo sostenible, en él se integran la economía, la sociedad y el medioambiente e incluye todos los saberes y tecnologías.
El proceso de informatización de la sociedad cubana es un hecho
Lograr que la informatización de la sociedad cubana contribuya más y mejor al desarrollo económico del país y, por ende, a la calidad de vida de la población, es uno de los principales desafíos que tiene por delante el Ministerio de Comunicaciones. En ello se coincidió este lunes en el balance del trabajo realizado por el sector durante el 2018, el cual estuvo encabezado por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En la calidad, «como regla de oro para todo lo que hagamos en el proceso de informatización», puso especial énfasis el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Ahí radica uno de los mayores retos que tiene por delante el Ministerio, de manera tal que se logre una sostenibilidad en los servicios y también en el desarrollo de proyectos y aplicaciones propias, subrayó.
Problemáticas y desafíos están totalmente claros en el sector –reconoció–, y el análisis objetivo y autocrítico que de todo un año de trabajo han realizado así lo demuestra.
«Este fue un periodo intenso, en el que se abarcaron varias tareas, pero que cerró con satisfacciones y demostró que podíamos avanzar mucho más en el proceso de informatización de la sociedad y hacerlo sostenible», valoró.
«El sector de las telecomunicaciones tiene gran importancia para el país y en el futuro tendrá más», enfatizó.
Como premisa imprescindible para avanzar en el proceso de informatización destacó que, tanto en las instituciones como en la población se debe promover una mayor cultura sobre esos temas.
Para lograr una verdadera informatización de la sociedad, que abarque todos los ámbitos de la vida –puntualizó– es necesario prestar mayor atención al desarrollo de los procesos. Y ejemplificó con el gobierno electrónico, «donde no podemos quedarnos solo con la existencia de sitios y plataformas web; todos los organismos e instituciones tienen que informatizar sus procesos, tanto los que guardan relación con sus propias gestiones como los que se proyectan hacia la población».
Al referirse a la empresa cubana de software insistió en su capacidad para motivar, acelerar y dinamizar el desarrollo de aplicaciones informáticas, al tiempo que constituye el vínculo más directo con el sector no estatal, en el cual existe un valioso potencial que también es complemento de nuestra economía.
Señaló el papel de la Unión de Informáticos de Cuba y la necesidad de que se convierta en gestora y facilitadora del proceso de informatización en los diferentes centros.
Por otra parte, destacó la necesidad de incluir a los Joven Club de Computación y Electrónica en todo lo que se haga en cuestión de informatización. Dichos espacios –dijo– tienen cada vez un papel más preponderante como una de las instituciones estatales que más cerca está de la familia cubana.
Asimismo, señaló el reto de modernizar el servicio postal, de manera que su desarrollo vaya a la par de las tendencias a nivel mundial.
Igualmente, reiteró la importancia de incrementar la presencia en las redes sociales con contenidos propios y novedosos, continuar avanzando en la digitalización de la televisión en el país y desarrollar cada vez más aplicaciones cubanas para el uso en los teléfonos móviles, lo cual contribuye a nuestra soberanía tecnológica.
Tales reflexiones tuvieron lugar luego de un enriquecedor debate en el cual se pudo apreciar la coherencia y objetividad con que se han ido implementando en el sector sus proyecciones de trabajo en relación con las necesidades más apremiantes que impone el desarrollo del país.
Sobre logros y desaciertos comentó el ministro del sector, Jorge Luis Perdomo Di-Lella, quien reconoció cuánto falta aún por lograr en aras de que el trabajo sea más ágil y menos burocrático, más cercano a las demandas de la población.
Tenemos potencialidades para diversificar los ingresos por exportaciones, aseguró. Y desde las telecomunicaciones todavía podemos hacer más para lograr encadenamientos productivos con diferentes sectores, contribuir a la sustitución de importaciones y atraer inversión extranjera que permita aumentar los financiamientos. «La industria informática tiene un potencial exportador con el que hay que continuar trabajando».
En el caso del gobierno electrónico el principal impacto está en los trámites para satisfacer las necesidades del pueblo. Ello no solo podemos verlo en el ámbito de las entidades estatales propias del Ministerio –llamó la atención–, sino como organismo rector, para que todo el que necesite desarrollar sus procesos pueda encontrar ayuda para resolver las problemáticas.
Como retos del día a día definió el impulso de las investigaciones de conjunto con la innovación; y usar la comunicación social para mantener informada a nuestra población sobre cada paso, lo cual permitirá un estrecho vínculo con ella. Establecer prioridades, trabajar con inteligencia y aprovechar todas las potencialidades, consultar a quienes más experiencias tienen en los diferentes temas y escucharlos a todos –reconoció– le darán una mayor validez al trabajo cotidiano.
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