Al intervenir en el debate sobre los contenidos de radio y televisión de una de las comisiones de trabajo del Parlamento cubano, Díaz-Canel señaló que es deber de los involucrados en la formación de contenidos fomentar productos cultos, coherentes y que promuevan valores.
No desde una visión elitista, sino integradora, acotó el jefe de Estado.
Sobre el tema, el presidente de la Sociedad Cultural José Martí, Abel Prieto, señaló que la coherencia y una mejor preparación de los medios cubanos de comunicación pueden ayudar a la conformación de públicos más críticos.
Esa es la respuesta ante la oleada colonizadora global vigente, afirmó el escritor e intelectual cubano.
Otros elementos para enfrentar esa panorama de los grandes medios es una estrategia comunicacional efectiva y un ejercicio de gobierno transparente, tal y como el que ejecuta la actual administración caribeña.
En el debate de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente los diputados abordaron también los principales desafíos y deficiencias de la programación radial y televisiva a nivel nacional.
Desde este lunes, las 10 comisiones permanentes de la Asamblea Nacional del Poder Popular, agrupadas en el Palacio de Convenciones de La Habana, analizan temas imprescindibles para el progreso de la mayor de las Antillas.
Rescatar las esencias en la cultura
El Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) es un eje fundamental en el cumplimiento de la política cultural del país. Así lo enfatizó Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, durante el trabajo en comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, según reportó el sitio digital Cubadebate.
El mandatario cubano rememoró una ocasión en la que el General de Ejército y entonces presidente, Raúl Castro, colocó en uno de los puntos de una reunión del Consejo de Ministros, una invitación a una función de La Colmenita, con la obra Abracadabra. “No entendimos en un inicio, pero aquello tuvo una enseñanza, ya que la puesta en escena te hacía pensar en las esencias e ir a la savia de la identidad”.
El presidente continuó: “Tenemos que ir a las esencias porque es la única forma de destruir las plataformas conquistadoras del imperio. Tenemos que defender nuestra identidad; que todos los involucrados en la formación del público y los que tengan una salida hacia la sociedad tengan internamente un comportamiento culto y elevado en materia de valores, y eso, solo se puede lograr cuando la persona se identifica con su identidad. Solo así tiene sensibilidad y se actúa con coherencia. Hay incoherencias porque no hemos ahondado en la identidad”.
Los directivos del ICRT expusieron las debilidades que hoy tiene la programación de la radio y de la TV en el país. En la actualidad funcionan 100 emisoras de radio a lo largo del territorio nacional, que trasmiten más de 542 mil horas anuales. La fuerza laboral rebasa los cinco mil trabajadores, encargados de llevar más de tres mil 400 propuestas de facturas netamente nacionales.
La TV Cubana cuenta con cinco canales nacionales, más la aparición en el tránsito a la Televisión Digital de las señales Clave, Mi TV y dos frecuencias en HD, además de la creación del Canal Caribe y Cubavisión Internacional.
Entre las dificultades señaladas se encuentran el anquilosamiento de zonas de creación, entre ellas, programas para niños y jóvenes; la poca producción de espacios nacionales, como los dramatizados; la falta del ejercicio de la crítica artística; el desaprovechamiento de las potencialidades de las nuevas tecnologías, y la presencia de expresiones de banalidad y pseudocultura en la parrilla musical.
A decir de Alfonso Noya, presidente del ICRT, el análisis de la implementación de la política cultural en las programaciones, es un punto que va abriendo las puertas a los acuerdos del IX Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, que sentó las bases para el trabajo de los intelectuales cubanos y de la cultura en la Isla.
Nereyda López Labrada, diputada por Granma y secretaria general del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura, reconoció que hay una identificación crítica de donde están las debilidades y que existe una política trazada para erradicarlas.“A lo largo y ancho del país contamos con más de 13 mil trabajadores, y un capital humano que lleva a cabo el trabajo del ICRT, no obstante, debemos ser selectivos a la hora de elegir a las trabajadoras”.
Para la dirigente sindical el trabajo debe de estar enfocado en buscar cuadros proactivos, con alto nivel de escucha, diálogo inteligente y de participación con los trabajadores. “Hoy en esta entidad hay mejores condiciones, sensibilidad e inquietudes revolucionarias. Hemos trabajado de una manera más unida y coherente. Tenemos sistemas de trabajo, pero estos tienen que ser más efectivos”.
López Labrada enfatizó en que no puede faltar la creatividad y el rigor en el cumplimiento de la política cultural, seguir perfeccionando los errores, y a pesar de las carencias, buscar en el capital humano las innovaciones.
Digna Guerra, diputada por La Habana, hizo un llamado de atención: “Los coros del país están perdidos de la programación televisiva y radial. La vida coral de Cuba es parte de la cultura, sin dudas, somos uno de los países con mayor riqueza coral y eso hay que explotarlo”, dijo.
Los diputados significaron la importancia de los medios para luchar contra la banalidad y el mal gusto; la necesidad y ocupación por formar guionistas en el país; los pocos espacios informativos que existen dedicados al espectro cultural y las insatisfacciones en el reflejo de los artistas aficionados. Además, se habló de la importancia de un programa de ciencia, que visibilice el trabajo de este sector en la sociedad.
En este sentido, Yuri Valdés, diputado por La Habana dijo: “La concepción no puede ser de un espacio informativo; el enfoque va más allá, que sea más que un espacio de noticias y que se encargue de posicionar a la ciencia, la innovación y la gestión del conocimiento”.
“Estaba pensando en las vicisitudes que hemos tenido a lo largo de los años para homogenizar la política cultural de todas las entidades pertenecientes al Ministerio de Cultura. Siento que no logramos lo que podíamos haber logrado. La idea de formar lo que llamamos el espectador crítico no se ha cumplido. Hoy es más importante que nunca conciliar esto”, refirió en su intervención Abel Prieto, destacado intelectual cubano.Continuó: “Hemos invisibilizado muchas cosas valiosas, porque no hemos sido coherentes. En el mundo, con una crisis cultural muy profunda, es más importante el reflejo de lo que se hace. En los momentos actuales necesitamos coherencia en el frente cultural y descolonizador”.
Una vez concluidas las intervenciones, Alfonso Noya aseguró que se continuará trabajando en las recomendaciones, para brindar una programación mucho más atractiva, acorde a las producciones en los territorios. “La unidad es una necesidad, no podemos lograr una buena programación sino está el talento de nuestros artistas. Tenemos que intencionar la programación para ser facilitadores y aportadores de la política cultural”.
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