El ministro cubano de Agricultura, Gustavo Rodríguez, denunció este 24 de junio en Roma los daños causados al sector agroalimentario de su país por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
Ante el 41
período de sesiones de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Rodríguez señaló que entre abril
de 2017 y marzo de 2018, las pérdidas por esa política agresiva superaron los
413 millones 793 mil dólares.
Precisó, asimismo, que los ingresos dejados de percibir por ese cerco
económico, el cual se recrudece actualmente, ‘hubieran servido para la
reinversión y la creación de infraestructuras más sólidas en el sector
agroalimentario’.
El titular abordó ese tema al explicar cómo ‘el gobierno
cubano fortalece la seguridad alimentaria mediante amplias políticas públicas,
entre ellas la de garantizar los productos alimenticios básicos a precios
subsidiados para la totalidad de la población’.
Pero todo ello -dijo- lo tenemos que hacer en circunstancias difíciles y entre
los obstáculos que enfrenta su país, mencionó la descapitalización del sector
agrícola durante la década de 1990, como resultado de una conjugación
coyuntural adversa. En tal sentido, argumentó que, de una parte, Cuba sufrió la
desarticulación del 86 por ciento de sus relaciones económico-comerciales con
los países exsocialistas de Europa y, por otro lado, el bloqueo estadounidense.
Añadió, además, que la Isla es afectada por el cambio climático, ‘sobre todo
por ser un pequeño estado insular’, ante lo cual implementa un ‘ambicioso Plan
de Estado’ para el enfrentar a ese fenómeno, con ‘múltiples acciones para
garantizar la seguridad alimentaria’.
El funcionario apuntó que el desarrollo agrícola es piedra
angular para el presente y futuro de su país, con especial atención a los
programas para incentivar el desarrollo rural, mejorando las condiciones
sociales, educacionales y culturales con equidad de género.
Además, acotó, generando oportunidades para los jóvenes en las zonas rurales y
propiciando incentivos económicos para los que trabajan la tierra, lo cual
consideró ‘clave también para enfrentar el desafío de las migraciones de zonas
rurales a zonas urbanas’.
Por otro lado -puntualizó- seguimos impulsando el programa de agricultura
urbana, suburbana y familiar, así como los de autoabastecimiento municipal, al
tiempo que explicó como todo eso ‘forma parte del alto compromiso de alcanzar
un modelo de desarrollo socialista próspero y sostenible’.
Trabajamos con el objetivo de lograr una agricultura más organizada, eficiente
y productiva, alcanzando mayor participación en el crecimiento del producto
interno bruto y la reducción en los gastos de importación de alimentos, afirmó.
Respecto a la FAO, Rodríguez agradeció y al mismo tiempo recabó mayor
acompañamiento, al igual que de la cooperación internacional ‘para mejorar la
capacidad científica y técnica’ y contar, de manera regular, con los recursos
adicionales provenientes de la asistencia oficial al desarrollo.
Al mismo tiempo, felicitó al director general saliente de la FAO, José Graziano
da Silva, por su labor a favor del desarrollo agrícola, la seguridad
alimentaria y la nutrición y al entrante, Qu Dongyu, a quien deseó ‘los mejores
éxitos en el ejercicio de su nueva alta responsabilidad’.
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