Una serie de reportajes del sitio Intercept sacan hoy a la luz inéditas e ilegales conversaciones del cuestionado exjuez Sergio Moro con fiscales para incriminar al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Tales
revelaciones del grupo de periodistas, liderados por Gleen Greenwald, también
responsable de los documentos publicados en 2013 de Edward Snowden, exagente de
la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, muestran como la
operación anticorrupción Lava Jato no resulta una acción jurídica, sino una
cruzada política fuera de la ley.
Las conversaciones fueron obtenidas hace algunas semanas por Intercept a través
de una fuente anónima. Los reportajes comienzan la serie con ‘Los mensajes
secretos de la Lava Jato’.
El primero hace públicas las motivaciones políticas que guiaron las acciones de
la Lava Jato. El segundo revela cómo Moro instruyó al procurador Deltan
Dallagnol y sugiere cambios en las fases de la operación, proporcionando pistas
y fuentes para la investigación, violando la neutralidad de magistrado.
Un tercer reportaje demuestra cómo la Lava Jato mintió en el Supremo Tribunal
Federal sobre el caso de un apartamento triplex, en el litoral de Sao Paulo.
En esa causa se condenó al exdirigente obrero por supuestamente recibir esa
vivienda de una constructora a cambio de obtener contratos en la estatal
empresa Petrobras.
Intercept denuncia que ‘las conversaciones entre Moro y Dallagnol demuestran
que el actual ministro (de Justicia y Seguridad Pública) se ha entrometido en el
trabajo del Ministerio Público -lo que está prohibido – y fue bien recibido,
actuando de manera informal como un auxiliar de la acusación’.
Precisa el sitio que ‘la actuación coordinada entre el juez y el Ministerio
Público por fuera de audiencias y autos (es decir, de las reuniones y
documentos oficiales que componen un proceso) hiere el principio de
imparcialidad previsto en la Constitución y en el Código de Ética de la
Magistratura, además de desmentir la narrativa de los actores de la Lava Jato
de que la operación trató a acusadores y acusados con igualdad’.
Moro y Dallagnol siempre fueron acusados de operar juntos en la Lava Jato, pero
no había pruebas explícitas de esa actuación conjunta hasta ahora, remarca el
portal.
‘Este es solo el comienzo de lo que pretendemos hacer: una investigación
periodística continua de las acciones de Moro, del procurador Deltan Dallagnol
y de la fuerza de tarea de la Lava Jato, además de la conducta de innumerables
individuos que aún tienen un enorme poder político y económico dentro y fuera
de Brasil’, señala un editorial firmado por periodistas de Intercept.
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