Medios de prensa estadounidenses describen hoy la intensidad de la incipiente campaña en las primarias partidista lanzada por un variado pelotón de candidatos demócratas para derrotar al presidente Donald Trump en 2020.
Estoy súper abrumado por la cantidad de candidatos demócratas que ya han salido, dijo Regan Johnson, de 28 años y oriundo de Omaha, el jueves en Council Bluffs, Iowa, donde el senador Bernie Sanders apareció en el primero de tres mítines en el estado.
Citado por el diario The New York Times, Johnson manifestó: ‘Esperamos que la emoción continúe y podamos obtener un candidato bueno y viable que pueda vencer a Trump’, una aspiración de amplios sectores del país.
El mensaje populista que muchos de los candidatos ofrecen está resonando, desde el norte de California hasta Council Bluffs hasta las calles de Brooklyn, los votantes se alegran con los llamamientos a rechazar a los grandes donantes, las políticas para combatir la desigualdad de la riqueza y las promesas de alivio de la deuda de la universidad y facturas médicas empinadas.
Sin embargo, algunos expertos vaticinan que la economía seguirá favoreciendo los planes del presidente y lo colocan en buena posición para mantenerse en el poder por otros cuatro años pese a que no pocos predicen un declive económico en los meses por venir.
Un reciente sondeo de la National Association of Business Economics (NABE) señala que las tres cuartas partes de sus miembros coinciden en un empeoramiento de la economía.
El 77 por ciento de los 281 miembros de NABE, un grupo de liderazgo e investigación para economistas de negocios, opinó que la economía iniciará un declive en el plazo de dos años.
El muestreo encontró, además, que más de la mitad de los miembros de NABE consideran que el sector retrocederá en 2020, mientras un 42 por ciento proyecta una recesión el próximo año y un 10 por ciento la fija en 2019.
La economía estadounidense disfruta de más de 116 meses consecutivos de expansión desde junio de 2009 cuando gobernaban los demócrata, y se espera que crezca a lo largo de 2019, frutos que cosecha Trump.
La contracción dentro de los próximos dos años podría tener un profundo impacto en las elecciones de 2020, en las que el presidente afirma que se reelegirá.
Por otra parte, las últimas cifras muestran que el índice de desempleo en Estados Unidos cayó dos décimas para situarse en torno al 3,8 por ciento, el mejor en los últimos años, aunque se observa un lento crecimiento económico, sin dudas el problema que más preocupa a los votantes.
El crecimiento del empleo en febrero fue sorprendentemente lento, estimó Curt Long, economista jefe de la Asociación Nacional de Cooperativas de Uniones de Crédito Aseguradas.
A eso se suma que la balanza comercial estadounidense registró en 2018 un déficit de 621 mil 36 millones de dólares, el mayor en 10 años y hay síntomas de desaceleración.
Pese a estas previsiones, los números muestran que el ocupante de la mansión ejecutiva marcha con buen paso, algo que debe preocupar a sus rivales quienes apuestan por poner en la agenda de la próxima batalla por la Casa Blanca otros asuntos como el cambio climático y la inmigración.
Evidentemente, y pese al entusiasmo de los demócratas, el presidente Trump tiene un buen margen a su favor, más cuando es visto como un acertado manipulador de los intereses de las grandes mayorías que deciden en las urnas.
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