Gallos por mantener esperanza con otra actitud y otro refuerzo

Este lunes se reanuda las semifinales del play off de la Serie nacional de béisbol número 58 con un reto para dos equipos Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, ambos con un 0-2 en contra ante Villa Clara y Las Tunas, respectivamente, y obligados a ganar para mantenerse con vida.

Ocupémonos de los Gallos, urgidos más que todo de cambiar la actitud de juego y mejorar la productividad de su bateo, muy disminuido en los dos primeros choques en el “José Antonio Huelga”.

En una búsqueda desesperada por levantar su ofensiva, los espirituanos llamaron al zurdo matancero Ariel Sánchez, uno de los mejores bateadores de la pelota cubana, de hecho, el que mejor lo hizo en la segunda fase vestido de holguinero. Sánchez reemplaza al santiaguero Sergio Barthelemi, quien se resintió una lesión en su pierna durante el último partido entre Sancti Spíritus e Industriales.

 En cuestión de calidad el cambio es como de la noche al día. Más necesitan los Gallos algo más que la aspirina que puede ser la pimienta del yumurino, pues su alineación en general no ha rendido.

Una sola carrera pudieron anotar los Gallos en 18 entradas, pese a que batearon solo dos hits menos que Villa Clara: 14 por 16 y una enorme diferencia de 12 carreras por una como ya dije. Y es que al parecer no se han repuesto del mal que los condujo a siete subseries perdidas de manera sucesiva.

Quizás la entrada de Ariel le proporcione a José Raúl la posibilidad de mover su alineación, sobre todo sus dos primeros. Luego de ser líder en hits del torneo a Orlando Acebey se le congeló el bate al punto de no conectar ningún indiscutible en los dos primeros choques lo cual limita mucho la alineación comoquiera que es el hombre proa. Por su parte el refuerzo Yordan Manduley, ha lucido tan pálido al bate como a la defensa donde no ha brillado a la altura de lo que de él se espera, siendo, como lo considero, el mejor siol del país y con una vasta experiencia que lo ha llevado al “Cuba” y a contrataciones en Canadá.

 Pero la palidez no es exclusiva de Manduley. Convengamos en que Villa Clara es y ha lucido muy superior como equipo y ha hecho valer su favoritismo con un pitcheo muy certero y una alineación acoplada y productiva a tono con los nombres que tiene, tanto propios como refuerzos. Mas no es esta la versión de los Gallos que quiere ver el público espirituano, que, aunque reconoce la calidad de contrario y que su equipo llegó hasta donde nadie pronosticó, exige ver a su elenco diferente, con la alegría y la garra que lo condujo hasta aquí.

 Quienes asistieron al “Huelga, echaron de menos a los muchachos que jugaron con tremenda agresividad sobre el terreno y también con mayor disposición desde los que juegan hasta los que están en el banco. Y aunque no lo admitan en mayoría, la presión otra vez asomó entre sus hombres, que se han visto incapaces de reaccionar ni con la pizarra limpia ni con el marcador en contra.

Se ha dicho que los Gallos en este play off no tienen nada que perder, pero eso es materia de resultados, porque es cierto que con ellos nadie contaba. Mas, jugando de la manera en que lo han hecho, sí pueden perder el sello de equipo aguerrido que les granjeó la admiración de la mayoría en el país.

 En la pelota se gana y se pierde. Más hasta en las derrotas ha de permanecer el espíritu de la victoria porque las armas no se entregan sin pelear, porque justamente eso, sería imperdonable.

 Esta noche en el “Augusto César Sandino” Yuen Socarrás, tiene desde el box la misión más cara de su carrera: levantar el ego colectivo y avivar la llama del elenco para buscar una victoria necesaria.

 José Raúl hasta ahora, de manera general, ha cumplido su filosofía de jugar con quien mejor lo haga y que mayores ganas muestre. Y a esta altura de las cosas, cuando ya tiene que hacer la tarea del indio: ganar cuatro de cinco ante un Villa Clara que luce crecido, no debe temblarle la mano para seguir fiel a su estilo, tanto para propios como para refuerzos.