El gobernador de Luisiana, el demócrata John Bel Edwards, tiene garantizado hoy un segundo mandato tras ganar su reelección este sábado, pese a la campaña desplegada en su contra por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Según datos
difundidos por el diario The New York Times, el actual ocupante del cargo en
ese estado norteamericano sumó 774 mil 469 boletas en los comicios celebrados
la víspera, el 51,3 por ciento del total, mientras su rival republicano, Eddie
Rispone, recibió 734 mil 128 (48,7 por ciento).
De ese modo, Edwards se mantiene como el único gobernador demócrata en el
llamado sur profundo del país, que junto a Luisiana, abarca estados como
Carolina del Sur, Mississippi, Alabama y Georgia.
Además de destacar su victoria, medios estadounidenses remarcan que el
resultado es un golpe significativo para Trump, quien durante semanas llamó en
las redes sociales a votar por Rispone, y en los últimos 11 días viajó dos
veces a Luisiana para darle su apoyo personalmente.
Como parte de su estrategia de campaña en un estado cuyos votantes son
mayoritariamente republicanos, Rispone, un hombre de negocios rico y donante
del partido rojo desde hace mucho tiempo, se alineó con el jefe de la Casa
Blanca, al punto de criticar a los inmigrantes ilegales y de describir a
Edwards como un gobernador ‘liberal y socialista’.
Sin embargo, el titular del cargo es en realidad un demócrata conservador,
favorable a la posesión de armas y contrario al aborto, que logró mantener
cierta popularidad en el territorio mientras se distanció frecuentemente de la
línea predominante en el partido azul a nivel nacional.
Durante la campaña, Edwards resaltó los logros que alcanzó como gobernador,
entre ellos equilibrar el presupuesto del estado, aumentar el gasto en
educación y expandir el programa de atención de salud Medicaid.
El resultado fue un reproche punzante para Trump, quien había apostado parte de
su capital político en la carrera, consideró al respecto el Times.
Al celebrar un mitin el jueves en el estado, el jefe de la Casa Blanca pidió a
los votantes que apoyaran al republicano, porque equivalía a darle el triunfo a
él mismo, en tanto durante el sábado instó varias veces en Twitter a los
habitantes de Luisiana a emitir su boleta a favor de Rispone.
La importancia que Trump le dio a esa contienda parece haberse incrementado
luego de que también este mes otra de las figuras respaldadas por el
mandatario, el gobernador de Kentucky, Matt Bevin, no consiguió la reelección
al perder en los comicios estatales ante el demócrata Andy Beshear.
De ese modo, de los tres cargos de gobernador que estuvieron en juego este año
en el país, todos en territorios mayoritariamente republicanos, los miembros de
la formación azul consiguieron la victoria en dos, con la única excepción de
Mississippi.
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