Antes del 23 de enero, cuando el diputado opositor se autoproclamó presidente ‘encargado’, menos de uno de cada cinco venezolanos había oído hablar de Guaidó, afirman los reporteros estadounidenses Dan Cohen y Max Blumenthal, autores del trabajo publicado en el blog digital de análisis Gray Zone.
Hace solo unos meses, este individuo de 35 años era un personaje oscuro en un grupo de extrema derecha políticamente marginal, estrechamente asociado con actos espantosos de violencia callejera, recuerdan.
Incluso en su propio partido (Voluntad Popular), Guaidó era una figura de nivel medio en la Asamblea Nacional que ahora se encuentra en desacato, añadió el texto.
Este personaje aunque ha sido una figura menor en la política venezolana, pasó años demostrando en silencio ‘su valía’ en los pasillos del poder de Washington, explicaron Cohen y Blumenthal.
Su ‘trabajo real’ comenzó en 2007, cuando Guaidó se graduó de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas y se mudó a la capital estadounidense para inscribirse en el Programa de Gobernabilidad y Gestión Política en la Universidad George Washington, argumentaron.
Ese año, ayudó a liderar mítines antigubernamentales después de que el gobierno venezolano se negara a renovar la licencia de Radio Caracas Televisión (RCTV), estación privada que desempeñó un papel importante en el golpe de 2002 contra Hugo Chávez.
En noviembre de 2010, según correos electrónicos obtenidos por los servicios de seguridad venezolanos, Guaidó y otros activistas estudiantiles asistieron a una capacitación secreta de cinco días en un hotel en México, dirigidas por instructores de cambio de régimen respaldados por el Gobierno de los Estados Unidos.
Para diciembre de 2018, Guaidó viajó a Washington, Colombia y Brasil para coordinar el plan de manifestaciones masivas durante la toma de posesión del presidente Maduro.
La noche antes de la ceremonia de juramentación del jefe de Estado, el vicepresidente Mike Pence y la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, llamaron a Guaidó para ratificar su apoyo.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, quien se reunió personalmente con Guaidó el 10 de enero, ni siquiera se molestó en aprender cómo pronunciar el nombre de su títere y en una conferencia de prensa días después, el 25 de enero, se refirió a él como ‘Juan Guido’.
Cohen y Blumenthal acotaron que para el 11 de enero, la página de Wikipedia de Guaidó había sido editada 37 veces, resaltando la lucha por dar forma a la imagen de una figura anónima que era un cuadro para las ambiciones de cambio de régimen de Washington.
A juicio de una fuente del Gobierno de Trump citada en el artículo, Guaidó es la combinación de radicalismo y oportunismo, lo que satisface las necesidades de la Casa Blanca, pues faltaba esa pieza interna.
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