Un estudio reciente del Instituto Watson de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Brown (EE.UU.) reveló este martes las consecuencias de todas las guerras impulsadas por Estados Unidos en Oriente Medio y Asia desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La autora de este estudio, la profesora de la Universidad de Boston, Neta Crawford, indicó que la supuesta intención de las guerras posteriores al ataque a las torres Gemelas era «defender a los Estados Unidos frente a futuras amenazas terroristas de Al-Qaeda y organizaciones afiliadas», por lo que, desde 2001, las guerras se han expandido a más de 80 países.
Según las cifras que constan en el reporte, los conflictos bélicos librados por la nación estadounidense ocasionaron más de 800.000 muertos directamente involucrados, entre los que se incluyen 335.000 civiles, y causaron el desplazamiento de unos 21 millones de personas por la violencia desatada.
Los autores del texto explicaron que el número de muertos podría ser superior si se tuviese en cuenta a las personas que no recibieron atención médica adecuada por causa de la destrucción de infraestructura civil, como sucede actualmente con el pueblo yemení, agredido por Arabia Saudita, apoyada por EE.UU.
En cuanto al costo económico de estas guerras, el informe estima un total de 6,4 billones, de los que al menos un billón se usó para cubrir los costos de cuidados posteriores y de tratamientos médicos para los militares estadounidenses.
El profesor de la Universidad Americana, David Vine había planteado con anterioridad en una artículo publicado por el diario local The Hill, la posibilidad de que el total de decesos durante las guerras iniciadas en 2001 llegara a la alarmante cifra de 3,1 millones o más.
Este informe se publicó luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunció el retiro de tropas estadounidenses de Siria, quien tras reunirse recientemente con el presidente turco, Recep T. Erdogan, declaró que mantendrá sus soldados en el territorio sirio «solo por el petróleo».
Durante los últimos 18 años, analistas y observadores aseguraron que los acontecimientos del 11 de septiembre fueron en realidad una excusa para justificar las posteriores invasiones estadounidenses en lo que se denominó como una campaña antiterrorista.
EE.UU., que existe como nación desde 1776, ha pasado cerca del 93 por ciento de su tiempo de existencia (unos 222 años) librando conflictos bélicos con diferentes países del mundo.
Sus más recientes operaciones militares se han concentrado en Irak, Siria, Libia y Afganistán, argumentando que intentan «liberar a sus pueblos y restaurar la democracia», cuando en realidad solo han coadyuvado a empeorar sus situaciones y allanado el camino a grupos terroristas como el EI, (Daesh, en árabe).
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