A sus 95 años, Herminia Sánchez recuerda con lucidez sus primeras experiencias en el mundo de la actuación. La Premio Nacional de Teatro 2019 pareciera revivir cada momento cuando cuenta a Granma las anécdotas que marcaron su trayectoria. La edad y el implacable paso del tiempo son secundarios para ella, su pasión por el teatro y la actuación sobrepasan cualquiera de estas barreras.
–¿Cuál fue su primer contacto con el mundo del teatro?
–Yo estudié contabilidad. Fue en ese momento cuando empezó mi primer contacto con el teatro. El bedel de la escuela de comercio era actor y creó un grupo. A pesar de no haber pensado nunca en el teatro como una carrera, comencé a trabajar allí y me gustó. Lo primero que hice de importancia, que fue muy lacerante para mí, fue Electra. Yo no sabía nada de Grecia, pero la directora me dijo que tenía que hacerlo porque era un trabajo de la clase. Eso marcó una etapa porque fue la primera vez que me vi retratada en un periódico, envuelta críticas. Después de esa experiencia es como si me hubiesen atado con una cadena que luego nunca pude soltar.
–¿Qué significó ser una de las fundadoras del Grupo Escambray?
Sergio Corrieri se nos presentó de pronto, a Manolo, mi esposo, y a mí y nos dijo, ¿«quieren ir a hacer teatro a las montañas»? Los dos estábamos un poco indecisos. Nuestra idea era seguir haciendo obras convencionales y no cosas cubanas, cuando había triunfado la Revolución. Sin embargo, Sergio quería montar obras que estuvieran en consonancia con lo que estaba sucediendo en el país, de manera que el teatro no podía quedarse atrás. En ese momento aceptamos su propuesta. Tuvimos que acostumbrarnos a trabajar de noche, tener casi una vida de nómadas Fue una experiencia distinta para los dos, pero lo hicimos, yo si no trabajo no me siento bien.
–¿Qué lugar ocupa la escritura en su vida?
Siempre quise escribir. Cuando estudiaba me propusieron que hiciera el guion de fin de curso. Fue una experiencia que disfruté mucho. Luego, a Manolo y a mí se nos ocurrió entrevistar a tres mujeres del Escambray que nos impresionaron precisamente por sus oficios, entre ellas estaba la dueña de un prostíbulo. En ese momento fue cuando nació Cacha Basilia de Cabarnao, con la dirección de Manolo, una obra que tuvo un gran impacto. Estoy escribiendo un libro sobre mi trayectoria que está en proceso para ser publicado este año, pero no solo trata de mí porque el teatro no es una tarea individual, es una obra colectiva.
–Ha trabajado, además, en filmes memorables como Lucía y Hello Hemingway. ¿Qué le aportó a su carrera estas experiencias detrás de las cámaras?
–Yo no pensé nunca hacer cine porque estaba demasiado metida en el teatro. La primera vez que yo entré a un set de cine, dije: ¿«y ahora qué hago»? No sabía las estrategias y técnicas, sin embrago creo que en el teatro, cine, o televisión , cuando eres actriz solo te queda actuar. Para mí la gloria fue trabajar en Lucía y compartir con grandes actrices como Raquel Revuelta. A los 90 casi, hice con Piar La ciudad y a pesar de la edad sabía que tenía que actuar. Es como una droga, que sabes que te está matando, pero no la dejas.
-¿Cómo recibe Herminia este Premio? ¿Se lo esperaba?
Aunque tarde, este premio para mí ha sido una gracia de Dios, nunca esperé recibirlo con 95 años. Tiene una compensación, para mí la más grande, he recibido estos días el saludo de personas que me habían olvidado, otras que ni sabían que yo vivía y sobre todo de mis alumnos. He sentido que estas muestras de afecto no nacieron del compromiso, el público siente que ese también es su Premio.
con 14 años tube la oportunidad de incuncional en la actuación con Heminia Sánchez y Manuel terraza el el grupo de teatro de participación popular y participe con ellos en el primer panorama de teatro cubano , en el teatro mella y toros teatros de la isla como el Sauto de matanzas .San Miguel de los baños pedro Beatancour El Terri junto a Pedro Fernández hoy Día actor Armandito, Máquina mi papel era chava . Miembro de una pandilla del vedado