Un millón de indígenas que viven en las selvas del Amazonas están en peligro inminente debido a los graves incendios forestales que asolan la región, que ha perdido más de 500.000 hectáreas en las últimas tres semanas.
En particular, a raíz de la catástrofe, en el territorio indígena de Arariboia en la Amazonía de Maranhão, el pueblo Awá corre el riesgo de desaparecer.
Los Awás viven sin contacto con el mundo exterior y son uno de los últimos pueblos indígenas aislados del planeta.
Por esta ola de incendios, que cumple más de 20 días, los pueblos indígenas se han visto obligador a declarar el estado de emergencia ambiental y humanitaria debido al impacto del fuego sobre el ecosistema y sus comunidades aledañas.
«Muchos consideran una emergencia para el planeta, y tienen razón, pero es más una emergencia de derechos humanos para el millón de indígenas que han vivido de manera sostenible en estas tierras desde tiempos inmemoriales», señaló por su parte el Grupo Internacional de Derechos de las Minorías (MRG).
El director ejecutivo de MRG, Joshua Castellino, indicó sobre las comunidades indígenas que «sus vidas y su forma de vida están en peligro desde hace décadas debido a un gobierno que sigue desmantelando la protección de los derechos indígenas sobre la tierra en favor de la tala y la minería».
«La exclusión de los brasileños indígenas del debate sobre su y nuestro patrimonio colectivo ha diezmado su cultura en el último siglo…», indicó Castellino.
«También ha desarmado y dejado desarmados y discapacitados a los únicos guardianes de la selva en un momento en el que por fin el mundo se ha percatado de la importancia que tienen para la sostenibilidad de la vida en este planeta», según Castellino.
Personas como los Awás están siendo diezmadas por la violencia de extraños y por enfermedades como la gripe y el sarampión, a las que no tienen resistencia. A menos que su tierra esté protegida, se enfrentan a una catástrofe, ha advertido el grupo ambientalista Survival.
Olímpio, uno de líderes del grupo, «Guardianes de Guajajara», dijo: “Estamos defendiendo nuestro territorio para que los Awá aislados puedan sobrevivir».
«Hemos podido reducir la cantidad de madereros en nuestra tierra y esperamos forzarlos a salir del territorio. De lo contrario, los Awá pueden ser exterminados. Solo queremos que puedan vivir en paz «, indicó en fecha reciente.
Los Guardianes de Guajajara reciben muy poco apoyo del gobierno brasileño, a pesar de las promesas de asistencia.
Grandes extensiones de bosque en la región han sido destruidas por madereros ilegales e incendios provocados para ganar extensiones de tierra, pero en muchas ocasiones esas acciones se salen de control.
Se estima que son 350 pueblos originarios los que habitan entre Brasil y Bolivia sumando cerca de 1.5 millones de habitantes de la cuenca amazónica los que podrían verse afectados por esta crisis ambiental.
Róbinson López, coordinador de cambio climático y biodiversidad de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) expresa que además de las afectaciones ambientales, también están siendo vulnerados sus conocimientos tradicionales y espirituales.
«Los pueblos indígenas tenemos un relación intrínseca con los territorios y sin ellos no podemos vivir, ahí están nuestras plantas sagradas; han puesto en grave riesgo los conocimientos de la oralidad, nuestro territorio está caracterizado y se mira de una manera integral», observó.
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