Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Mientras el Estado destina cuantiosos recursos a mejorar los espacios públicos, la indisciplina social destruye
A la vista de todos los adultos, transeúntes, e incluso de padres, algunos niños y adolescentes arremeten contra los aparatos de diversión en el recién reparado parque infantil del barrio de Kilo-12. Como resultado de sus fechorías ya arrancaron la puerta de entrada y varias hamacas permanecen inactivas.
Peor aún es la desolación que impera en la instalación similar radicada en la zona de Colón, donde únicamente unas pocas gomas pintadas siguen en pie, pues de los implementos de juego solo quedan sus bases o pedazos de cabillas desoldadas y con óxido.
Escambray rastrea la ciudad cabecera provincial y constata el vandalismo a que están sometidos ciertos espacios públicos, los mismos que a propósito de la celebración por el Aniversario 500 de la villa fueron remodelados, y otros que en fechas más recientes recibieron la inyección monetaria del Estado hasta transformarlos en sitios embellecidos y acogedores; pero de nada valen los esfuerzos cuando la indisciplina social está presente.
En una de las rejas del parque Serafín Sánchez está plasmada la huella del destrozo; el de La Caridad se ha convertido en campo de fútbol y, “a pelotazo limpio”, como dice un jubilado que vive en sus alrededores, rompieron varias de las luminarias instaladas hace poco tiempo. A las fuentes del Paseo Norte y del de Colón las convirtieron en depósitos de basura y los bancos del Paseo Universitario los usan para amarrar bicicletas.
No alcanzan estos ejemplos para denunciar tanto bandidaje; porque ese es el calificativo ideal. ¿Acaso partir las tablillas de los bancos de la Avenida de los Mártires con una pata de cabra para derretirlas en las fundiciones particulares tiene otro nombre? ¿Llevarse los cestos de basura con igual propósito resulta justificable?
Estas y muchas otras barbaridades ocurren a diario en la ciudad, a pesar de que quienes la visitan la consideran una de las más limpias y conservadas de Cuba, pero cuando la maldad germina, no tiene en consideración los esfuerzos de Comunales y la Construcción; tampoco el desvelo de las principales autoridades del territorio para recuperar sitios como La Esquina, el Memorial de los Mártires, la calle de las campanas, el boquete del Coco, los minibulevares del lateral de Coppelia y Los Caballitos, y otros donde, un tiempo atrás, solo prevalecían imágenes desaliñadas. Pero, ¿quién responde por esto?
Yosbel Salvador Pérez, director de Servicios Comunales en Sancti Spíritus, asegura que el cuidado tiene que ser tarea de todos, desde los que habitan o laboran en el área, hasta los que educan, los padres que mandan a los hijos para el parque y no los controlan, pero cuando dañan la propiedad social y los trabajadores del sector los denuncian, se ofenden con el guarda del parque.
“Ningún presupuesto alcanza para resarcir tales daños —dice Yosbel—, pues los 32 millones de pesos que se destinan cada año para mantenimiento constructivo incluyen muchas otras actividades, como la de los viales, la imagen, la higiene de la ciudad y de sus asentamientos rurales. Resulta ilógico que cada tres meses tengamos que reponer más de 200 tablillas en bancos y un número de cestos de aluminio porque se los roban con fines lucrativos”.
El tema del bulevar es otro que exige de acciones multisectoriales, por constituir un sitio con funciones estéticas y comerciales que constantemente está sometido a maltratos y violaciones por los propios establecimientos que lo conforman o por quienes lo visitan. Allí los ejemplos pululan, como las roturas de macetas que cuestan hasta 2 000 pesos cada una y de otros objetos ornamentales.
Sin embargo, existe un Cuerpo de Seguridad y Protección contratado para que custodie ese patrimonio durante las 24 horas, al cual la Dirección Municipal de Servicios Comunales retribuye con el pago de 27 000 pesos mensuales. A ello se une el sistema de cámaras que está instalado en el área. ¿Por qué permitir entonces la ocurrencia de tales vejaciones? ¿Dónde están las garantías del servicio y el reclamo de los contratistas? ¿Dónde la denuncia ante las autoridades judiciales si en el Código Penal está descrita como una tipicidad delictiva la agresión a los espacios y bienes públicos?
Para la Dirección Integral de Supervisión en Sancti Spíritus el 2018 fue un año de más accionar en cuanto a enfrentamiento por parte del cuerpo de inspectores, sobre todo en lo referido a las indisciplinas sociales y las violaciones que contempla el Decreto-Ley No. 272, relacionadas con la higiene comunal y la protección de parques, áreas verdes o sitios de estar.
Maribel Reina Reina, su directora, explica que por estas causas fueron impuestas 6 246 multas con un monto total de 256 960 pesos, de las cuales 1 465 estuvieron relacionadas, directamente, con roturas de aceras, destrucción de plantas y macetas, parqueo de autos o pastoreo de animales en áreas verdes, maltrato o rotura al mobiliario público y el vertimiento de basura en sitios no autorizados de la ciudad, entre otras.
Los daños al entorno urbano han ido ganando terreno sin que se logre un enfrentamiento colectivo, desde los barrios, las comunidades, los Consejos Populares, porque todos estos parques, paseos o zonas de estar radican dentro de la ciudad, en los mismos lugares donde hay una escuela, un Comité de Defensa, un centro laboral… y no siempre le salen al paso. Para tener hay que cuidar, los recursos cuestan.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Pudiera compartir decenas de fotos similares o peores en Yaguajay, más allá de la educación y la supuesta cultura que tiene el pueblo cubano creo que la única variante que funciona en el mundo es la penalización por estas acciones. Cuando el bolsillo se afecta les aseguro que se piensa dos veces antes de repetir una de estas desagradables acciones pero aún en Cuba confundimos «libertad » con libertinaje.
No quisiera ser pesimista pero los hechos me hacen pensar que la vulgaridad,la grosería,la indolencia de las autoridades,el vandalismo,la corrupción,la inconsciencia ciudadana,la doble moral,el egoísmo están ganando la batalla del futuro..Amaría estar equivocado
Segun los numeros del articulo se han impuesto 6 246 multas con un monto total de 256 960 pesos lo que da un promedio de 41 pesos promedio por multa. Si esa es la realidad, entonces ya sabemos cual es el problema. Es risible que el monto promedio de una multa sea de 41 pesos.
Diria yo que la multa minima por vandalismo deberia empezar en 1000 pesos mas 100 horas de servicio social trabajando en la reparacion y limpieza de la ciudad. Hagamos esto y veremos los resultados.
Saludos
Hay que ser claro por ejemplo el que me duele, donde existen aéreas
deportivas para jugar futbol al oeste de la carretera central desde
Avenida de los Martiries hasta la rotonda?.
– El terreno de la Escuela Camilo Cienfuegos se convirtieron en un
organopónico que nada produce.
– En la Explanada del final del paseo norte donde están jugando futbol
los niños adolescentes y jóvenes están contrayendo ahora casas, se ha
discutido esto pero Planificación física y la vivienda parece que le
pagaron bien y el señor continua contrayendo sobre las acometidas de
agua de los vecinos y estorbando que se juegue Futbol, además no es
una vivienda es un garaje sin cimentación para negocio con Licencia
de construcción de vivienda 258/2017.
Vamos a crear las condiciones, mantener las existentes para después
reclamar derechos.
Estamos de acuerdo de no dañar los parques pero a los niños, adolescentes y jóvenes lo que le interesa es divertirse.
Se le crean las condiciones o ellos las buscan y crean en cualquier lugar.
Las indisciplinas sociales son un mal qué según la opinión de este lector llegaron para quedarse,a nadie le importa nada,a nadie, con respectó a los 32 millones de pesos qué habla el director provincial de comunales se recuperarían en pocos días si se impusieran cuantiosas multas a los infractores,por parte del cuerpo de inspectores o la PNR,pero nada seguimos con la misma situación años tras años,nada qué tenemos que seguir la tragedia de la destrucción de nuestra hermosa ciudad, a Xiomara gracias por este excelente reportaje periodístico.