El Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez encabezó una reunión de chequeo al programa industrial del país, que en esta oportunidad analizó el estado actual y perspectivas de desarrollo de la Industria Química en Cuba, un sector de gran complejidad por la diversidad de sus producciones y las tecnologías que la caracterizan.
El Grupo Empresarial del sector agrupa a 14 empresas nacionales, 65 unidades empresariales de base y cinco empresas mixtas. En ellas laboran más de seis mil 800 trabajadores. Realiza ocho actividades fundamentales: gases industriales y medicinales; cloro sosa caústica y sus derivados; fertilizantes; goma; vidrio; papel, plaguicidas y acido sulfúrico.
La actividad impacta directamente en seis sectores estratégicos de la economía nacional: agroindustria azucarera, no azucarera e industria alimentaria, producciones farmacéuticas, biotecnológicas y biomédicas, recursos hidráulicos, construcción, transporte, industria ligera y turismo.
Hoy el sector está urgido de una renovación tecnológica. Sus producciones no satisfacen las demandas existentes e importa anualmente gran cantidad de materias primas y productos. El proyecto de desarrollo previsto hasta el año 2030 pretende transformar, de forma gradual, este estado de cosas.
Para ello es imprescindible fortalecer el vínculo con la ciencia, la tecnología y la innovación, contar con una fuerza de trabajo debidamente preparada y lograr un mayor empleo de las materias primas nacionales.
Al evaluar el cumplimiento de las indicaciones del Programa Industrial, el mandatario cubano destacó las enormes potencialidades que tiene el país en esa esfera, de gran impacto para la economía nacional.
“Aquí hay que trabajar sin miedo, de todo lo que necesita el país hay que hacer un prototipo y proponernos hacer cualquier cosa aquí. Eso es lo que da soberanía de verdad, podrá ser un poco más malo o más bueno, pero si no nos lo proponemos, nunca lo vamos a hacer y siempre vamos a tener la mentalidad de que hay que importarlo. Si uno se lo propone van a salir ideas, con el potencial de diseñadores que tenemos”.
La reunión también examinó la marcha del programa de envases y embalajes. Se conoció que se espera concluir el año 2019 con un 95 % del cumplimiento del plan de producción anual. La principal dificultad para el último trimestre del año está asociada al déficit de envases de hojalata y bidones metálicos para enfrentar la campaña del tomate.
No obstante, para 2020 se prevé un aumento de la oferta al mercado interno, ya sea de producción nacional o importada. Avanza la inversión del Centro Nacional de Envases y Embalajes. Se concluyó la primera etapa para mejorar el estado de conservación del inmueble, las oficinas y el laboratorio físico- mecánico, que recibirá próximamente cinco modernos equipos, como parte de un proyecto de colaboración.
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