Una condena rotunda y el repudio unánime de los reunidos fue la respuesta de militantes y cuadros de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), en Sancti Spíritus, a la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, decretado por el presidente estadounidense Donald Trump en fecha reciente, el cual entró en vigor el pasado 2 de mayo, afectando a Cuba y también a terceros países en su comercio y actividades financieras con la isla.
En una intervención previa para abordar algunos elementos históricos relacionados con esa legislación absurda, abusiva y extraterritorial —suscrita en 1996 por el entonces presidente William Clinton—, el licenciado Ibrahim Elizalde, de la Sala de Economía del Tribunal Provincial Popular, abundó acerca de los antecedentes creados por la intervención norteamericana de 1898 en la guerra que los cubanos sostenían contra España para lograr su independencia, y dijo que esta les fue conculcada después de la victoria por Estados Unidos que impuso un protectorado en la joven república.
Fue un período en el cual ciudadanos y entidades estadounidenses adquirieron grandes propiedades en el país emergente valiéndose de medios legales e ilegales, casi siempre pagando cantidades irrisorias por tierras y derechos de explotación, generalmente con ventajas desmesuradas para sus inversiones, abusando de su dominación sobre Cuba.
El también vicepresidente de la Unión Nacional de Juristas de Cuba en la provincia se refirió a la diferencia existente entre los conceptos nacionalización y confiscación, este último aplicable cuando existen propiedades vinculadas a algún delito, y al hecho de que ya en la Constitución de 1940 se establecía claramente el derecho del Estado a nacionalizar propiedades que considerase necesarias para sus planes de desarrollo, mediante acuerdo de compensación, lo que la Revolución aplicó en sus inicios y que Estados Unidos no aceptó, a diferencia de otros países.
Yuniel Vera, directivo del Comité Provincial de la UJC, expresó: “Como todo cubano con dignidad, repudio esta ley injusta y criminal que ha activado Estados Unidos contra Cuba”. Vera puso ejemplos de propiedades en el sur espirituano cuya devolución a su antiguo dueño o sus descendientes provocaría grandes calamidades a los actuales habitantes de la zona, donde la Revolución ha creado empresas, unidades de salud, instalaciones industriales y escuelas.
Ante esos oscuros designios, Sergio García dijo que no puede haber acuerdo, pues los dueños del país somos nosotros los cubanos que vivimos aquí y que pasados 60 años de aquellas nacionalizaciones constituye un absurdo y un sinsentido venir a reclamar en el exterior algo que le pertenece al pueblo de Cuba. “Por eso decimos que no nos entendemos”, subrayó.
Alejandro Mesa, por su parte, alegó que “constituye un deber de las presentes y futuras generaciones enfrentar y vencer a esta ley y no permitir que se cumpla su propósito de volver hacer a Cuba esclava”.
Al resumir el encuentro, Alien Vera López, primer secretario del Comité Provincial de la UJC en Sancti Spíritus, exhortó a la militancia a seguir estudiando los problemas de nuestra historia y, en particular, los referidos a los planes del enemigo de someter a los cubanos.
El dirigente juvenil llamó a estar muy claros acerca de qué significa la Ley Helms-Burton como parte de los factores agresivos que ha activado la actual administración norteamericana contra Cuba. “Este reto es un incentivo para fortalecer la lucha que libramos hoy”, señaló.
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