La Nochebuena de la Libertad, la primera luego del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, la celebró el líder Fidel Castro junto a carboneros de la Ciénaga de Zapata, en el centro sur del país, hoy hace 60 años.
La isla
tenía sobrados motivos para la celebración, tras la derrota de la sangrienta
tiranía de Fulgencio Batista.
También porque en apenas 12 meses la Revolución Cubana había tomado medidas
transformadoras, en beneficio de la mayoría del pueblo.
Fidel Castro se fue con algunos de sus colaboradores a la Ciénaga de Zapata,
cerca del lugar por donde un año y unos meses después desembarcó la brigada
mercenaria organizada, armada y financiada por Estados Unidos, derrotada en 48
horas a un alto precio de la vida de milicianos, soldados del Ejército Rebelde
y de la población de la zona.
Los carboneros de la Ciénaga de Zapata vivían en condiciones miserables,
olvidados por los gobiernos de turno.
La Nochebuena de 1961 la pasó Fidel y sus compañeros en el bohío de la numerosa
familia del campesino Rogelio García, miembros de la cooperativa de Soplillmar
y otros vecinos del cenegal.
La comida, muy cubana, lechón asado al carbón, y otros alimentos adquiridos en
la bodega de la zona.
Poetas populares improvisaron en la velada décimas revolucionarias sobre la
reforma agraria y las nuevas leyes que impulsaba el naciente proceso revolucionario,
recuerda el sitio Cubadebate.
Hoy la Ciénaga de Zapata es otra. Caminos, escuelas, consultorios médicos,
policlínicos, instalaciones turísticas.
Aquella Nochebuena fue una especie de alborada de los tiempos de hoy.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.