Ausencia de las agrupaciones insignes de nuestro pentagrama y difusión de melodías que responden a gustos populares sellan las propuestas de la Casa de la Trova Miguel Companioni
Jueves en la noche. La cola en la acera y el eco festivo rompen con la habitualidad de la añeja urbe. “Vamos para la Casa de la Trova” es la frase que corre de una punta a la otra de la ciudad. Tanta efusividad invita.
Al pasar el umbral de puertas azules, la sorpresa no se hace esperar. El patio repleto. Poco espacio para caminar. Encima de la cantina del bar, un juego de fútbol a voz en cuello. Por las bocinas, Alexander Abreu y Luis Enrique, dándole La vuelta al mundo. Escuchar al de al lado resulta una utopía.
“No entendí nada. Fui con unas canadienses que estaban en la universidad como parte de un intercambio para mostrarles lo más autóctono de nuestra cultura y me encontré, sin esperarlo, en una discoteca”, refiere Richel Dorta, joven espirituano.
Como él, no pocas personas se han asombrado con las propuestas de la Casa de la Trova Miguel Companioni, de Sancti Spíritus, inaugurada el 20 de diciembre de 1985, y donde hoy predominan tendencias y géneros que ni tan siquiera coquetean con su objeto social: promocionar la trova, sobre todo, la más auténtica espirituana.
OLVIDOS IMPERDONABLES
Desde hace varios años, las riendas de esta institución cultural son sostenidas por un matrimonio, que, como toda relación, tiene disonancias. De un lado, su dueña en papeles, la Dirección Municipal de Cultura, y del otro, la Sucursal Artex S.A. de Sancti Spíritus, que lleva la voz cantante en el tema de la programación.
“Asumimos la mayor parte del pago a los proyectos que se presentan aquí. Hablamos
de una cifra de alrededor de 22 000 pesos mensuales. La otra, cerca de 12 000, según sus posibilidades, va por Cultura, con la cual nos sentamos para escoger quién toca por día. De esa forma, tenemos diseñado propuestas musicales en vivo todas las noches y reforzamos el fi n de semana por ser el de mayor afluencia”, explica Yber Morgado García, subdirector de la institución por Artex S.A.
Dicha estrategia es la única que hoy permite que gran cantidad de los proyectos del catálogo de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos tengan un espacio para laborar con sistematicidad, ya que las deprimidas arcas del sector del Comercio y la Gastronomía engordan las deudas de pagos a nuestros creadores.
Desde hace mucho tiempo, emblemáticas agrupaciones del patio no pasan puertas adentro de la céntrica institución. El trío D’ Gómez, el Coro de Clave y la Parranda Típica Espirituana solo acuden a ese espacio cuando se les convoca por algún evento.
Tuvimos una peña allí con mucha aceptación durante más de 15 años. Pero, desde que Artex llegó, las personas comenzaron a ir en busca de otro tipo de música que acompañara mejor los tragos. Entonces, decidimos irnos porque no nos hacían caso y nadie nos preguntó la causa de la retirada”, explica José Ezequiel Cardoso, Lalito, integrante de D’ Gómez y quien lamenta, además, el no respaldo institucional de un elenco variado en la noche de viernes, lo que generó suspender en el 2016 la transmisión en vivo del programa radial Serenata.
Escudarse en que las melodías con sello trovadoresco no les interesan, sobre todo, a los públicos más jóvenes signifi ca un facilismo para Leticia Ulacia, directora del trío A su tiempo, el cual llega dos viernes al mes a ese local.
“La música tradicional es digerida por todo el mundo. La clave está en la intención de la propuesta como producto artístico. No puede prevalecer el gusto de quienes dirigen. Lamentablemente, la Casa de la Trova se ha contaminado con melodías que no responden a su objeto social y eso es irrespetar nuestra política cultural”, añade.
RITMOS ANACRÓNICOS
Por su parte, el experimentado músico Carlos Manuel Borroto, vicepresidente del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, opina que la trova ha sido, históricamente, incomprendida.
“Se vale de diferentes géneros. La cuestión está en cómo se asume el repertorio, tanto por el creador como por el lugar que lo promociona. No toda la música es trovadoresca”, comenta; una idea que a todas luces y frente a los ojos de la ciudad no rige la programación de la institución, ubicada en la calle Máximo Gómez (sur).
“Los grupos saben lo que tienen que tocar. Y en el caso de la música grabada lo que sí no se pone es reguetón”, opina categóricamente Morgado García.
Precisamente, la ausencia de una guía artística en la Casa de la Trova ha provocado que gran parte de las melodías que se interpretan en vivo o llegan de forma grabada se distancien de los acordes trovadorescos.
“Tiene que existir una persona que evalúe lo que se toca y promociona. No se trata de esquematizarnos, sino de que se pueda culturalmente medir la combinación perfecta entre texto, armonía y ritmo. Está la trova-son para quienes insisten en bailar, pues la música y la danza nacieron juntas. El éxito no radica en que siempre se tenga a un bardo con guitarra en mano. El concepto de la trova es mucho más amplio”, aclara Borroto. ESCENARIO EDUCATIVO
El día que más se acentúa esa “contaminación sonora” es en la noche de los jueves. Muchas veces la capacidad máxima del patio (130 personas) se hace pequeña.
“Es un proyecto que se le planteó al Gobierno del municipio para los jóvenes universitarios con el fin de atraerlos con la música de moda y proponerles una agrupación del territorio. Para nadie es un secreto que no abundan los espacios recreativos en nuestra ciudad”, explica Yber Morgado.
La idea, en papeles acertada, en la práctica no ha sido muy efectiva, según el jefe de sección de Música de la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz, Sander Morgado.
“Aprovechamos la afluencia juvenil para presentar a los trovadores jóvenes que nos visitan ya que viven muy pocos en nuestro territorio, pues han emigrado en busca de escenarios más sólidos. Uno de ellos fue el habanero Daniel Ulloa, quien no recibió toda la atención porque quienes asistieron a su concierto esperaban la música grabada que pusieron luego”, agrega Sander.
Entre las motivaciones de la multitudinaria asistencia de los jueves se suma el discreto costo de la entrada de la puerta de solo 5 pesos en moneda nacional y 60 pesos las botellas de ron.
Amordazar una de nuestras expresiones musicales más auténticas con la promoción de otras más seguidas por la popularidad demuestra que, otra vez, en Sancti Spíritus se asume la cultura como un objeto comercial.
“Desgraciadamente, hemos perdido mucho de nuestra identidad. Quizás estemos a tiempo de revertir la situación; para eso se precisa unificar a muchos factores bajo una dirección que comprenda los procesos culturales. Los públicos tienen que tener espacios diversos y tematizados que cumplan con su objeto social porque solo así contribuiremos a la formación de un verdadero sedimento cultural y, por tanto, un mejor ser humano”, sintetiza Carlos Manuel Borroto.
El también compositor respalda el criterio de su colega Leticia Ulacia: “Las personas que cultivan, aman y respiran por y para la trova están. Lo que falta es trabajar a partir de un mismo concepto que respete nuestras esencias. Únicamente de ese modo, podremos exhibir con orgullo, como sucede en otras provincias, lo mejor de nuestra música espirituana”.
Pedro José Molina y varios de nosotros, estudiantes universitarios de la Martha Abreu, visitamos la Casa de la Trova. No fuimos temprano, aquello era cualquier cosa menos un espacio para jóvenes universitarios. Lo mismo La Galería, la MAqueta o el café teatro: reguetón yconvocatoria al sexo. Debían visitar el Mejunje para que sepan como ser creativos. Los jóvenes universitarios no somos objetos sexuales y depositos de alcohol. Eso es La Trova, de todo menos disfrute.
Si, claro, el mejunje todo el mundo sabe quienes van!
Querer asesinar la trova no es ni ha sido jamás determinación de la alta dirección del país, como afirma Miguel Ángel Cruz. Circulan vídeos que dicen lo contrario. Convertir La Casa de la Trova en lo que se aprecia en esos vídeos avergonzaría a un proxeneta. Si quieren darnos a los universitarios lo que merecemos, pues sean creativos y no se escuden en ataques a la periodista, que solo denuncia los intereses de los que se esconden detrás de tanta palabrería y destruyen la cultura. ¿Por qué no van al tenis, la Disco Centro, el karaoke o tantos otros lugares con sus proyectos marginales? Los universitarios merecemos algo mejor, mucho mejor que lo que ponen esos días en LA Trova. ¿Por qué no invitan a trovadores jóvenes? Ven los vídeos y verán lo que hemos visto un grupo que decidió no ir jamás a ese lugar.
Todo lo del artículo está muy bien planteado, pero La Trova no dejará de ser La Trova porque un día a la semana abra sus puertas a los universitarios, en lugar de defender en su artículo un lugar que mantendrá su esencia pase lo que pase debería defender más a la juventud universitaria, escribir sobre los problemas y trabas que se le presentan cada vez que la FEU encuentra un espacio para que sus estudiantes puedan hacer sus actividades. Señora periodista usted se ha vuelto parte del problema de nosotros ahora mismo, no de la solución. La invito a que investigue sobre el tema que le planteo que ese si es del interés de la mayoría.
PD: ¿Cuál es la esencia de la Galería y del Café Teatro? Saludos.
Es realmente lamentable que se publique algo así en el periódico escambray, los jueves se ha creado un espacio único en la provincia para los jóvenes que quieren destruir unos pocos que ni siquiera frecuentan la trova en Sancti spiritus ,la juventud se respeta
Lo que sucede en la Casa de la Trova Miguel Companioni de Sancti Spíritus, no es algo nuevo. La idea novedosa y fresca nació en septiembre del año 2018 como parte de un convenio entre el Ministerio de Cultura (MINCULT), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y el Ministerio de Educación Superior (MES). La iniciativa próxima a convertirse en proyectos tiene nombre y no es una actividad cualquiera, se llama «Descarga Universitaria» y responde esencialmente a los intereses no solo de los jóvenes universitarios de Sancti Spíritus, sino también a catedráticos docentes y universitarios de todo el país. La Casa de la Trova Miguel Companioni de la capital espirituana llevaba varios años sufriendo de escasez, o inasistencia total de público más allá de su objeto social su esencia primera. Las razones son fáciles de descubrir:
Monotonía en el catálogo musical de la institución, carencia de incentivos que atraigan al público, esquematización del repertorio musical, deudas eternas con los protagonistas de las noches de trova, falta de propaganda y divulgación de las actividades que allí se realizan. En otras palabras los músicos realizaban su labor para los demás profesionales que le seguían y para las 4 mesas vacías las cuales dispone el centro. Todo esto, excepto los sábados que la música varía y transita desde los tríos emblemáticos de la ciudad hasta cerrar con una agrupación sonera. Todo lo antes expuesto, antes de comenzar el presente curso escolar. Ahora, debido a los escasos centros recreativos dedicados a los universitarios en nuestra provincia la federación que los representa encontró en la citada institución el lugar perfecto para el esparcimiento de sus miembros e invitados después de una semana cargada de estudio; los jueves por la noche.
Es necesario hacer este recuento inicial para que se conozca por lo que estaba atravesando la Trova Espirituana. «La Descarga Universitaria» nombre de la idea próxima a convertirse en proyecto, SI promociona la música de Trova en Casa e incluso se inclina por géneros como: la nueva trova, fusión, alternativa y popular bailable cubana. Es inconcebible que una actividad dedicada a los jóvenes no tenga ritmos frescos o novedosos que atraigan a ese público. Como dice un proverbio «si quieres tener resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo», cito a memoria. La Trova, como la conocen los jóvenes los jueves está de moda y no con el Negrito y el Kokito, El Chulo o algunas canciones obscenas de El Chacal. Gusta por lo que se pone: Cimafunk, Toques del Río, DCorazón, Buena Fe… En fin nueva y buena trova acompañada de grupos en vivo y música popular bailable cubana.
Además sirve el espacio como vía de presentación de lo mejor del talento aficionado de nuestras universidades, reclamo constante del recién 9no Congreso de la FEU. Esta es una actividad reconocida a nivel nacional por Raúl Alejandro Palmero, Presidente Nacional de la FEU y miembro del Consejo de Estado, José Ángel Fernández, vicepresidente Nacional de la FEU, Yorliet Díaz, secretaria de Cultura en el secretariado Nacional de la FEU, Wilmer Rodríguez, periodista reconocido de la televisión cubana y universitarios de todo el país, acentuando la Universidad Martha Abreu de las Villas. Los incentivos aparte de facilidades en la entrada y consumo de bebidas, razón lógica de una fiesta universitaria, van mucho más allá de eso: promoción de la buena música y punto de encuentro de universitarios de todas las partes de la Isla, además de ser escenario de múltiples eventos de la FEU, organización insigne en nuestro país. Por tanto la Casa de la Trova Miguel Companioni sigue defendiendo la identidad musical por lo que fue fundada el 20 de diciembre de 1985, solo que se maquilla y recibe a jóvenes con otra mirada y gustos diferentes, pero sin perder de vista las tradiciones de nuestra villa. Siete son los días de la semana, los cuales dispone el centro para promocionar la música tradicional espirituana, aunque no vaya nadie. Lástima que la periodista de este comentario no lo sepa. Se debería hacer un trabajo periodístico donde refleje que ha pasado en la Trova, que prácticamente se llegan un grupo de jóvenes cualquier día a descargar solo porque surgió un jueves tan criticado.
No se entiende tampoco como se puede convertir un centro tan comercial cuando la entrada es una de las más baratas de Cuba para los centros culturales de Artex 0,25 centavos cuc. Se debería analizar con más profundidad los trabajos periodísticos porque al final los más perjudicados pueden ser los más de cientos de jóvenes que asisten al bautizado sitio exclusivo de los universitarios espirituanos.
Muy de acuerdo con todo lo expresado, no creo que por un día a la semana se valla a perder años de cultura y tradición de este centro culturar.Además creo que este lugar responde al llamado que hace años estamos haciendo, de contar con un lugar céntrico y económico para el disfrute de los universitarios. Ojalá que no se pierda, pues todos no somos lo que podemos ir los miércoles a Los Laureles el cual a pesar de ser igual fiesta para los universitarios tiene un costo excesivo.
Es realmente lamentable que algo así este sucediendo en esa institución cultural pero confío en que se solucione pronto y que nuestra música tradicional espirituana que por suerte tiene excelentes artistas vuelva a rescatar su espacio para beneplácito del público