Como tendencia —bien justificada, por cierto—, cuando hablamos de violaciones que conspiran contra la seguridad vial nos referimos a exceso de velocidad, conducir bajo la ingestión de bebidas alcohólicas, no respetar el derecho de vía… Sin embargo, hay otras que son tan peligrosas como esas al punto de ocasionar un accidente.
Tomar el timón, por ejemplo en la ciudad espirituana, se convierte en una tortura psicológica. Es cierto que en la cabecera provincial, sobre todo en el Centro Histórico, por ser una de nuestras villas fundacionales, varias arterias son algo estrechas y poco prácticas para circular, pero eso no justifica el tránsito de peatones por plena vía, a pesar de disponer de aceras; tampoco el estacionamiento de vehículos frente o en las mismas paradas de ómnibus —que en no pocas ocasiones provocan la paralización del tránsito por varios minutos—, estacionamientos a menos de 10 metros de las esquinas que obstruyen la visibilidad en la señal de Pare y carros ubicados en áreas verdes y aceras.
¡Qué decir del boom de las motorinas!, algunas conducidas por mujeres y adolescentes que evidencian desconocimiento de las regulaciones y reglas del tránsito —habría que ver cómo lograron vencer el examen para la licencia—, pues lo mismo extienden la mano izquierda para doblar a la derecha que se incorporan de una senda a otra sin la más mínima señal, como dueños absolutos de la vía.
Pero más peligroso aún dentro de este gremio de “motorineros” y ciclistas es el uso de audífonos mientras conducen. Se puede acabar el mundo a su alrededor que para ellos todo pasa desapercibido, rara vez escuchan el claxon de un carro ante algún peligro o infracción.
A veces pienso que la ciudad la han virado al revés porque ya es común transitar en sentido contrario, infracción cometida en mayor medida por bicicleteros, pero también por conductores de vehículos.
Tampoco quienes llevan las riendas de un caballo con coche están exentos de estas indisciplinas viales: estacionamientos en plena intersección de una calle, en una acera o área verde; paradas en lugares no reglamentados para recoger pasajeros, violaciones que entorpecen sobremanera el tránsito vehicular.
Es cierto que esta alternativa para la transportación de personas aún asume un importante papel ante el déficit de ómnibus para el servicio de transporte urbano, pero todo tiene que estar bajo el orden, no debemos admitir que se creen piqueras de coches donde no están permitidas, como en la esquina del bar Norma o en la intersección de Carlos Roloff y Coronel Legón, en la cabecera provincial.
Si de algo puede estar orgullosa la sociedad cubana es que todo —o casi todo para no ser absoluto— está legislado, aunque lamentablemente no siempre se exige por que se cumpla.
Según se establece en la Ley No. 109, la seguridad vial consiste en garantizar el desplazamiento fluido, seguro y eficiente de vehículos y peatones en las vías. En su Artículo 65 plantea que el conductor de cualquier auto, al circular por una vía urbana o rural, está obligado a transitar de acuerdo con el sentido de circulación señalizado en la vía de un solo sentido de dirección y por el lado derecho del eje central de la vía de acuerdo con el sentido en que circule, en vías de doble sentido. Por su parte, en el Artículo 139 se deja clara la prohibición de parqueo en las aceras o el césped, en el espacio de 40 metros hacia atrás y 10 metros hacia delante de la señal oficial de paradas de ómnibus; en el espacio de 10 metros anteriores y 10 metros posteriores de los accesos a las intersecciones y 100 metros si estas son semaforizadas.
Asimismo, los peatones tienen sus obligaciones, según se suscribe en el Artículo 144 de dicha ley: caminar por la acera o paseo o transitar lo más próximo posible al borde de la vía donde estas no existan, y entre las prohibiciones están formar grupos que obstruyan el paso de otras personas o la visibilidad de los conductores en las intersecciones. Además, constituye una contravención circular por la vía utilizando patines, carriolas o artefactos similares, algo que resurge en los últimos tiempos en diferentes arterias de la provincia.
Como se aprecia, todo está legislado; entonces, ¿por qué no actuar como es debido ante tales indisciplinas o al menos persuadir? ¿Las contravenciones no están a la vista de todos? Se acercan los días festivos por el fin de año y habrá que arreciar la vigilancia en las calles para transitar sin peligro, pero dicha exigencia no debe ser coyuntural, sino sistemática, porque la vía no puede seguir siendo un potrero, como sucede en no pocas ocasiones.
El desconocimiento de la Ley no te exime de su cumplimiento. Hay que cumplir la Ley a como de lugar. ¿ Dónde están los mecanismos de enfrentamiento a estas barbaridades; policía, patrulla, DIS, etc?
Excelente. Pero el trabajo es exclusivamente de la Policia que al parecer no lo esta haciendo
En que situación se encuentra el puente colgante de agabama
La indisciplina vial crece, lo mismo sobre ruedas que a pie, pero crece y si no se le acaba de una vez y por todas de poner freno, al menos transitar por las arterias de la ciudad será una tortura, aunque estamos bien cerca de ello. Esperemos que alguien ponga mano y respeto a lo que está legislado.
Don peor que un potrero,dónde raramente te ataca un toro o una vaca..En la calle se te hechan encima cuanta cosa se mueve mecánicamente y todavía conservan la licencia para asesinar después de ser culpable en un accidente con daños
Coincido plenamente con que la via no puede ser un potrero, pero, el orden lo debe poner quien tiene el sarten por el mango que es la Patrulla de Transito y los Patrulleros conocidos como ¨caballitos¨.
Los incumplimientos de la ley estan a borbotones espumosos como la antigua cerveza buena, que se derraman, pero es que pasan ante los ojos de quienes deben velar por ello y se hacen los ciegos, ejemplo, muchachos que por edad se sabe no tienen los años para obtener licencia y pululan por las calles, mas las de sexo femenino que encantan con sus detalles y las dejan pasar al solo llamado de atencion, hay mujeres que con niños delante de las motorinas fuerzan y hacen malabares ante choferes que deben incluso para la marcha para que ellas terminen las piruetas y que decir de aquellos que en las famosas AGUILAS montan a tres y a veces cuatro.
Entonces como a veces digo quien le pone el cascabel al gato__????