Las incógnitas de la zafra azucarera en Sancti Spíritus

Pese al alargamiento de la campaña y a los intentos por concluirla al cierre de abril, la zafra en Sancti Spíritus pudo avanzar apenas un 13 por ciento en la ejecución del plan durante ese período, de ahí que las operaciones se han desplazado a mayo con el 92 por ciento del compromiso de fabricación ejecutado hasta este viernes; no obstante, el sector mantiene la aspiración de producir el crudo planificado.

Manuel Pérez Siberia, jefe de Operaciones de Zafra en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, señaló que si bien la contienda exhibe una situación muy tensa a raíz del bajo coeficiente de disponibilidad técnica del parque de corte y tiro, la caída del estimado cañero y el régimen de humedad en las plantaciones, “todavía es posible cumplir el plan de azúcar toda vez que el central Melanio Hernández puede llegar a su meta en los próximos días y entonces concentraríamos todos los esfuerzos en el Uruguay”.

Acotó Pérez Siberia que a la industria de Tuinucú le restaban        —hasta el viernes— unas 500 toneladas, en tanto a la provincia, alrededor de 7 400 toneladas, cifra que en condiciones normales no provocaría grandes preocupaciones; sin embargo, el hecho de que las molidas rondan actualmente el 50 por ciento de las capacidades y el anuncio de un mayo lluvioso complican el final de la zafra.

Más allá del extrainning en que está envuelta la cosecha y de que en abril, lejos de dar el golpe final al plan de azúcar, las precipitaciones pasaron a ser otra causa de consideración en el tiempo perdido, a estas alturas del calendario Sancti Spíritus lidera en el país la evaluación integral de la zafra, pues sobresale en el rendimiento industrial, el aprovechamiento potencial de la caña, el autoabastecimiento energético y, junto a Villa Clara, es de los territorios con mayor adelanto en la fabricación de crudo.

Destacó Pérez Siberia que desde el comienzo la zafra ha estado afectada también por la no incorporación de 18 camiones al trasladado de materia prima, mientras repercute negativamente en la cosecha la caída del estimado cañero en más del 60 por ciento de las unidades productoras, lo que representa un déficit de unas 70 000 toneladas de caña, de ahí la estrategia de trasladar materia prima desde las provincias vecinas.

“A pesar de los tropiezos con la maquinaria y el transporte, hasta marzo la zafra se compensó con el rendimiento industrial y la eficiencia, pero a partir de abril el ritmo de la campaña ha sido inferior y las lluvias han complicado los cortes, de manera que ante la necesidad del país para la exportación haremos el mayor esfuerzo en aras de fabricar hasta el ultimo grano del plan de azúcar”, subrayó Pérez Siberia.