Latinoamérica vive uno de sus momentos más convulsos de los últimos tiempos. Mientras Chile acapara titulares por la violencia ejercida de la mano de los carabineros durante las jornadas de protestas, en Colombia el pueblo se sumó a un paro nacional contra las políticas neoliberales impulsadas por el gobierno de Iván Duque.
En la capital chilena durante la segunda jornada de paro nacional, los manifestantes que se concentraron en la Plaza Italia, renombrada Plaza de la Dignidad, en rechazo a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), fueron atacados con gases lacrimógenos y, posteriormente, por carros lanzagua, a pesar de su actitud pacífica.
Los huelguistas exigen respuestas ante las demandas que no han sido atendidas por el presidente chileno Sebastián Piñera.
Colombia se levanta contra Duque
En tanto, en Medellín, capital del departamento de Antioquia, los primeros en salir a las calles fueron los estudiantes de la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional.
Según Telesur, a los estudiantes se sumaron representantes de la sociedad, entre ellos, gremios de maestros, trabajadores, jubilados y artistas, quienes tomaron las calles de la ciudad de manera pacífica.
En la capital, las movilizaciones comenzaron con algunos bloqueos de vías y la represión del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD).
Sin embargo, los grandes medios de comunicación de derecha han presentado estos reclamos del pueblo como «una tensión social para destruir y polarizar el país».
Los colombianos exigen mejoras en los altos índices de desempleo, la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) señala la ausencia de garantías para ejercer la docencia en el país, y que el 44 % de los trabajadores ganan salarios que están por debajo del salario mínimo legal.
Al cierre de esta edición, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, declaró un toque de queda a partir de las siete de la noche (hora local).
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