Las máquinas mutan a manos de la inteligencia humana, pero los seres humanos también se transforman bajo el influjo de las tecnologías. En cualquiera de estas dos realidades donde se reconoce, Líster Manuel Cabrera Espineira asume el desafío con naturalidad, la misma confianza con que se hizo ingeniero industrial solo por factores socioeconómicos circunstanciales, porque ya desde 1987 con el título de técnico de nivel medio en Telecomunicaciones había iniciado su vida profesional en aquella primera entidad que a mediados de los 90 se convertiría en la División Territorial de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa).
Siempre en el grupo de operaciones en la red, el especialista A en Telemática ha desplegado aptitudes durante los últimos 20 años particularmente dentro de las tecnologías de acceso a la transmisión de datos, que incluye Internet, correo electrónico, wifi y Nauta Hogar. Descrita así, la labor de Líster pudiera parecer un proceso pausado y asequible, pero como usuario uno sabe que se trata de esa revolución llamada era digital, que en el caso cubano —aunque tardío— devino fenómeno sociocultural indetenible.
Pese a las distancias profesionales, la misma guía de los médicos, siempre asidos a libros y voces de expertos, ha sido el punto de partida de Líster para maniobrar esa especie de armarios gigantes que constituyen equipos de nodo para proporcionar conectividad a nativos y migrantes digitales en la provincia de Sancti Spíritus. Y, aun sabiendo que el estudio constituye la llave que abre infinitas puertas, uno indaga por su fórmula para dominar la evolución en el Centro de gestión para las tecnologías de acceso de voz y datos al que pertenece y entonces se revela el ingeniero incansable y convencido, además, de que el conocimiento presente seguramente mañana será viejo.
Cientos de horas frente a la computadora, docenas de cursos para la capacitación y tres viajes a la ciudad china de Hangzhou le permitieron superarse en las lides de las tecnologías de la información y las comunicaciones, ganarse una silla en el Grupo Nacional de Expertos de Tecnologías de Acceso, así como asegurar las comunicaciones durante la última visita de un Papa a Cuba, las Cumbres del Alba y de la Comunidad del Caribe, entre otros acontecimientos nacionales; frutos todos que Líster reconoce sin vanidad.
En 1997, Internet en Cuba era apenas bancos de interconexión, bastaron 22 años de metamorfosis para que hoy, entre empresas e instituciones, el ingeniero desande los miles de códigos que se esconden bajo la fibra óptica, o, aunque se trate de un grupo independiente dentro de Etecsa, el especialista también haya aprendido a comprobar el tráfico de la telefonía móvil, tras familiarizarse con radio-bases de proveedores diversos, lo que le permite acoplar los sistemas digitales.
Tampoco Líster ha permanecido hermético guardando para sí la sapiencia transmitida por otros y la experiencia del fogueo, sino que ha transferido sus saberes a partir de talleres sistemáticos, impartidos a otros que, como él, ostentan su título de técnicos y aspiran a mucho más.
Mas, la constancia de este profesional implica otros muchos proyectos que lo convirtieron en tenaz innovador, a fuerza cada día de buscar la optimización de los equipos mediante configuraciones novedosas.
“Debemos lograr una alta disponibilidad de la red para que no falle y si eso sucede que el cliente no lo perciba, gracias a que el servicio sigue funcionando por otras vías”, comenta.
En ese ámbito de racionalizador que lo seduce, el ingeniero readapta una y otra vez los recursos por la conquista de una mayor disponibilidad técnica que puede ir desde la sustitución de una costosa batería, hasta el incremento de las capacidades de un área wifi, “sacándole el jugo al equipo”, como él mismo lo describe, el objetivo sigue siendo uno: ofrecer un mejor servicio a los clientes.
Sacándole el jugo al equipo o al cliente???, creo k esto último es lo k sabe hacer Etecsa.
Excelente persona y muy natural
Gran Profesional, Excelente Amigo