El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva denunció este 4 de septiembre que Brasil está siendo destruido por un Gobierno de traidores, con la entrega criminal a extranjeros de empresas estatales, bancos públicos, el petróleo y la minería.
‘Hasta la Amazonia está amenazada por un Gobierno que no sabe y no quiere defenderla, que incentiva la deforestación, no protege a biodiversidad ni al pueblo que depende del bosque vivo’, escribió Lula en una carta.
La misiva fue leída este miércoles por el excandidato presidencial
Fernando Haddad en la Cámara de Diputados durante un acto político en defensa
de la soberanía nacional y popular, el empleo y contra la privatización.
El exdirigente obrero describió la práctica antinacional de Bolsonaro como una
‘ola de rendición y privatización depredadora’ y alertó a los grupos económicos
que se aprovechan de la situación para comprar el patrimonio público brasileño,
formado durante décadas.
Según el fundador del Partido de los Trabajadores, la entrega no durará para
siempre y ‘el pueblo brasileño encontrará los medios para recuperar lo que les
pertenece. Y sabrá cómo denunciar los crímenes de quienes traicionan, entregan
y destruyen el país’.
En su misiva, el exsindicalista señaló que ningún país cumplirá su destino si
no construye su propio futuro, criticando así la sumisión del Ejecutivo de extrema
derecha de Bolsonaro a los ‘gobernantes de otros países y sus intereses
económicos, militares y políticos’.
Advirtió que a lo largo de la historia, Brasil ha creado grandes empresas como
Petrobras, Electrobras, Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación
Agropecuaria), bancos públicos, pero estos ‘logros están amenazados de
desaparecer con el actual Gobierno’.
Calificó de traición indescriptible ‘matar a BNDES (Banco Nacional de
Desarrollo Económico y Social), vender el Banco do Brasil y debilitar a Caixa
Económica, indispensable para el desarrollo sostenible, la agricultura y la
vivienda’.
Señaló asimismo que los ataques del Gobierno del exmilitar a las universidades
públicas son también contra la soberanía nacional, pues un país que no produce
conocimiento ‘siempre será sumiso y dependerá de las innovaciones creadas por
otros’.
El expresidente criticó además a Bolsonaro por entregar la política exterior
brasileña a Estados Unidos. ‘Les dio (Estados Unidos), a cambio de nada, la
Base de Alcántara, (…) degradó la diplomacia a una cuestión de familia y
asesores que dicen que la tierra es plana’.
Desde el 7 de abril de 2018, Lula cumple prisión política por supuestos hechos
de corrupción, acusaciones que niega en todo momento.
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