El expresidente brasileño Luiz Inácio, quien salió en libertad el 8 de noviembre tras cumplir 580 días de prisión, afirmó que su estrategia hoy es continuar la batalla legal y política para demostrar su inocencia.
‘Tengo que
demostrar que todos los juicios en mi contra son falacias, mentiras, inventos,
tanto de los medios de comunicación como del Ministerio Público y del juez (Sérgio)
Moro’, declaró Lula al diario El País-Brasil.
‘Así que para mí es una cuestión de honor demostrar a 210 millones de
brasileños que mis acusadores son mentirosos’, añadió.
Señaló que también quiere ayudar a reconstruir el Partido de los Trabajadores
(PT) y prepararlo para competir en las elecciones municipales de 2020 y la
presidencia en 2022.
De acuerdo con la publicación, el exdirigente obrero concedió la entrevista
durante la espera del juicio de su apelación en el Tribunal Regional Federal de
la IV Región (TRF-4), en la sede del PT, en Sao Paulo.
El TRF negó este miércoles después, por unanimidad, el pedido de anular la
sentencia en primera instancia al exsindicalista en el caso conocido por
Atibaia.
João Pedro Gebran Neto, relator de la operación Lava Jato en el TRF-4, votó a
favor de aumentar la condena a 17 años, un mes y 10 días. Los jueces Leandro
Paulsen y Eduardo Thompson Flores Luz concordaron plenamente con la votación.
Para los tres magistrados, Lula se benefició de las obras por unos 235 mil
dólares que las constructoras Odebrecht y OAS hicieron en una finca en Atibaia,
en Sao Paulo, a cambio de favorecer a las empresas en contratos con la estatal
Petrobras.
Este veredicto, sin embargo, no afectará la actual situación en libertad del
exmandatario. Según el abogado Cristiano Zanin, parte de su defensa, apelará
tal decisión al considerar incompatible el fallo del TRF-4 con lo que dice el
Supremo Tribunal Federal sobre el orden de las alegaciones finales en los
casos.
Sobre preocupaciones en el gobierno por manifestaciones en la región y posibles
protestas en Brasil, Lula respondió no las hay porque ‘hace poco tiempo que
(Jair) Bolsonaro fue elegido presidente de la República (1 de enero), es decir,
que aún no ha cumplido un año en el cargo’.
Argumentó que ‘en el primer año de gobierno la gente tiene la expectativa de
que algo bueno pueda suceder. Pero, ¿qué está pasando ahora mismo? Si la
cuestión del desempleo empeora, la disminución de los ingresos (…) Hay muchas
personas que viven con poco dinero y el gobierno no habla de política de
desarrollo. Esto está creando insatisfacción’.
En la medida en que esta insatisfacción se haya acumulado, ciertamente
comenzará a manifestarse en Brasil. Y el gobierno tiene que entender que esto es
parte de la democracia, remarcó.
Lula manifestó desconocer por qué el gobierno de Bolsonaro tiene miedo del
pueblo en la calle.
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